MENSAJE DE LA PRESIDENCIA.

Apreciados lectores, me complace saludarlos con motivo de la edición de un nuevo número de la revista Contaduría Pública, en la que expertos en esta materia exponen el tema de “El Contador Público asesor integral de negocios”.

En 2022 se cumplen 115 años de la expedición del primer título de Contaduría en nuestro país. Es precisamente esta fecha tan especial la que nos invita a reflexionar sobre las experiencias y el legado de nuestra profesión, forjados a través de una trayectoria de más de un siglo.

Como la organización más importante de la Contaduría Pública en México, en el Instituto Mexicano de Contadores Públicos recordamos y valoramos las aportaciones de personas como don Fernando Diez Barroso, así como de las presidentas y los presidentes del IMCP y sus Colegios en todo el país, quienes han sentado las bases de una profesión organizada y la han dotado de las herramientas que posibilitan su continuidad en un entorno siempre cambiante.

A partir de estos cimientos, hemos ampliado nuestra participación en el desarrollo de las organizaciones, en las que realizamos actividades clave en áreas imprescindibles como las finanzas, el control interno, los costos, los aspectos tributarios, la gobernanza y muchas más.

En algún tiempo, al Contador se le circunscribió al área de determinación de impuestos como su función principal, pero esto ha ido cambiando con el tiempo, y hoy en día no es posible imaginar ningún negocio sin la contabilidad, ya que esta es parte clave de la economía.

Actualmente, la Contaduría es fundamental en el crecimiento de una organización gracias a la correcta generación de información financiera, que permite a los responsables de las organizaciones tomar las mejores decisiones.

De esta manera, el Contador figura como el profesional capaz de hacer la medición del desempeño estratégico, como el administrador de tesorería y el experto financiero que maximiza utilidades y minimiza costos.

Asimismo, tiene la visión estratégica y global de la organización; la capacidad de diseñar estrategias, midiendo lo intangible y evaluando peligros, así como las habilidades para tomar riesgos con responsabilidad y el compromiso irrestricto con su actuar ético.

Por todo lo anterior, es evidente que la función del Contador va más allá de la determinación correcta y oportuna de los impuestos. Si bien, esta representa un área importante dentro de su actividad profesional, hoy su perfil está más relacionado con el asesoramiento profesional para identificar las necesidades financieras de sus clientes, analizando el pasado, presente y futuro de estos, y tomando en cuenta el entorno global en el que están inmersos. Todo ello con el objeto de brindarles una serie de alternativas y recomendaciones que se ajusten a sus necesidades y generar así un valor agregado por la prestación de sus servicios.

De este modo, el campo de acción profesional del Contador Público se amplía y puede desarrollarse, tanto en sector público como privado y trabajar también de forma dependiente o independiente; es decir, la contabilidad, auditoría, riesgos, compliance, contraloría, tesorería, auditoría interna, planeación y control presupuestal, planeación estratégica, consultoría para fines específicos, entre muchos otros, son solo algunas de las áreas en las que el Contador Público puede destacar y aportar sus conocimientos para lograr un fin común en el lugar donde desempeñe su profesión.

La presente edición de nuestra revista Contaduría Pública retoma las reflexiones antes citadas e incluye varios artículos en los que se precisa el actuar del Contador Público como asesor integral de negocios. Por ello, estoy segura de que este número será de interés y contribuirá a su desarrollo profesional en el ya amplio ámbito de la Contaduría.

Reciban un cordial saludo.

Dra. Laura Grajeda Trejo

Presidenta del CEN del IMCP

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