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La caída en la recaudación seguirá agravándose en los próximos meses. La disminución del IVA en la frontera Norte y las menores perspectivas de crecimiento incidirán en ese comportamiento, aseguró Moisés Alcalde Virgen, presidente de la Comisión de Revista del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP).

“En febrero se va acentuar la caída en la recaudación por corte en el flujo de gasolinas y la caída del IVA en la zona fronteriza y la reserva de inversores por las huelgas laborales en la zona norte”, estimó.

En enero pasado la recaudación del IVA cayó 12.3 por ciento, mientras que la de ISR apenas aumentó 1.4 por ciento real, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda.

Analistas, entre los que destaca un reporte publicado por Moody’s, prevén que la nueva fórmula para calcular el estímulo fiscal aplicable al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a gasolinas, anunciado la semana pasada, impacte de forma negativa la recaudación de este impuesto. En enero, este impuesto registró un avance de 125 por ciento, al aportar 29 mil 690 millones de pesos, 9.3 por ciento del total de ingresos tributarios, que se verá limitado con el incremento al estímulo fiscal.

PERSISTEN RIESGOS A LA BAJA

En tanto el Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero (CESF) estimó necesario mantener un marco macroeconómico sólido ante la persistencia de riesgos a la baja para la actividad económica del país, como un retraso en la aprobación del nuevo acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá.

En su trigésima quinta sesión ordinaria celebrada ayer, encabezada por el secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, y con la presencia del gobernador del Banco de México (Banxico), Alejandro Díaz de León, el CESF dio seguimiento a los riesgos internos para el sistema financiero mexicano.

Uno de ellos es el cambio de perspectiva de estable a negativa de la calificación crediticia de México por parte de tres agencias calificadoras, añadió el Consejo en un comunicado, en el cual da a conocer la actualización de su balance de riesgos.

Apuntó que este cambio, según señalaron dichas agencias, responde en parte a la incertidumbre asociada a algunas políticas públicas y a riesgos relacionados con la nueva estrategia para el sector energético, así como los retos sobre la situación financiera de Petróleos Mexicanos (Pemex).

Al respecto, una agencia redujo en dos niveles la calificación de la deuda de dicha empresa, mientras que otra agencia ajustó su perspectiva de estable a negativa, refirió.

Consideró además que persisten riesgos a la baja para la actividad económica, entre ellos los relacionados con un posible retraso en la aprobación del acuerdo comercial alcanzado en América del Norte y la marcada debilidad que ha venido mostrando la inversión en México. (Reforma y Agencias)

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