El incremento en el padrón no implica mayor recaudación, en el RIF se añaden contribuyentes pero tienen estímulos y no pagan todo el impuesto, dijo Mario Morales.

Las menores proyecciones de crecimiento que estiman el gobierno y organismos para el 2019 y el 2020 podrían afectar los ingresos que obtiene el erario público a través del pago de impuestos, por lo que se debe estar atentos a la evolución de la recaudación tributaria, refirió el Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP).

En los Precriterios Generales de Política Económica para el 2020, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ajustó a la baja su expectativa de crecimiento para este año a un rango de 1.1 a 2.1% desde la proyección pasada de 1.5 a 2.5 por ciento.

Esta modificación, indicó Mario Morales, vicepresidente fiscal del IMCP, “recoge fielmente” las expectativas de crecimiento para la economía mexicana que han expresado diferentes organismos, bancos e instituciones nacionales e internacionales.

Asimismo, en los Precriterios se modificó a la baja la expectativa de recaudación tributaria para este año. La Ley de Ingresos de la Federación para el 2019 proyectaba ingresos por 3 billones 311,373 millones de pesos, en los Precriterios se cambió a una meta de 3 billones 301,476 millones, es decir, 9,897 millones de pesos menos.

“Se parte de que la disminución de la actividad económica será compensada con el incremento en la base alcanzada hasta el 2018. Si bien es cierto, el reporte no explica qué debemos entender por incremento en la base y esto puede entenderse como el incremento en la base de contribuyentes que se obtuvo el año pasado”, precisó Mario Morales.

En el 2018, el padrón de contribuyentes cerró el año con más de  71 millones de causantes, lo que significó un incremento de 11% respecto al cierre del 2017. Si bien se mantiene en constante crecimiento, el IMCP opinó que éste podría no ser suficiente para soportar la disminución en la actividad económica.

“En el IMCP somos de la opinión que esta variable deberá seguirse revisando en forma particular y constante, ya que la disminución en la actividad económica afecta a toda la base de contribuyentes, tanto en materia de ISR como de IVA, y podría no ser necesariamente soportada por el incremento en el número de contribuyentes o base si, por ejemplo, este incremento se debiera al aumento de contribuyentes registrados en el Régimen de Incorporación Fiscal, los cuales son sujetos de una reducción de sus obligaciones fiscales en forma significativa”, explicó el vicepresidente fiscal.

Sugiere medidas

Ante unas menores perspectivas de crecimiento, el IMCP refirió que el gobierno federal puede incidir en el crecimiento de la economía a través de diferentes medidas, las cuales también ayudarían a una mayor recaudación de impuestos.

Una de las medidas es la de impulsar la inversión privada en infraestructura y sectores estratégicos, acompañada de incentivos fiscales que sean atractivos para las empresas en el país.

“Algunos de los incentivos que pudieran ser analizados deberían incluir al menos la deducción inmediata de maquinaria y equipo nuevo; la reducción significativa de plazo para las devoluciones de impuestos o regresar la compensación universal; la deducción total de las prestaciones exentas pagadas a los trabajadores así como un cálculo especial de la Cuenta de Utilidad Fiscal Neta, para los sectores que lleguen a considerarse estratégicos o aquellas inversiones en infraestructura realizadas por la Iniciativa Privada”, añadió Mario Morales.

Además, ve conveniente el esfuerzo del gobierno para analizar cómo gravar, de manera adecuada, a la economía digital, sobre todo porque varios participantes de este sector pueden estar pagando tasas menores de impuestos a las que verdaderamente deberían ser acreedores.

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