El desempleo, sin cambio entre enero y junio
La tasa de desempleo en México se mantuvo sin cambios entre enero y junio de 2019, contrario a otros indicadores que evidencian la desaceleración de la economía mexicana y los estimados de crecimiento de organismos internacionales y mercado, que apuestan por un desempeño por abajo de uno por ciento para este año.
En junio la desocupación –como la estadística oficial registra el desempleo– cubrió a 3.57 por ciento de la población económicamente activa, índice igual al de enero pasado. La cifra para ambos meses es la tasa más alta para el indicador en lo que va del año, revela la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
El avance no implicó un cambio significativo frente a mayo, pero se ubicó 0.2 por ciento por arriba de junio de 2018, cuando el indicador marcó 3.39 con cifras desestacionalizadas.
Frente a un año atrás, ese avance de décimas para la desocupación se reflejó en 23 estados. Las excepciones fueron Baja California, Ciudad de México, Jalisco, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Sinaloa, Tamaulipas y Veracruz.
En cuanto a la informalidad, ésta agrupó a 56.8 por ciento, cifra superior en 0.4 a la de un mes antes. Comparada con 2018, no presentó variación. En términos generales, se mantiene el estimado de que cerca de seis de cada 10 personas que trabajan lo hacen sin prestaciones ni seguridad social.
En el sector informal, es decir, bajo unidades económicas no agropecuarias operadas sin registros contables y que funcionan a partir de los recursos del hogar o de la persona que encabeza la actividad sin que se constituya como empresa, se encuentran 27.5 por ciento de trabajadores. La proporción avanzó 0.1 frente a mayo y a tasa anual.
La subocupación, que agrupa a quienes tienen la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo de lo que su ocupación actual demanda, es la condición de 7.6 por ciento de trabajadores mexicanos. Por arriba de 6.8 por ciento de un año atrás y sin cambios frente a mayo de 2019.
También bajó la proporción de personas que realizan un trabajo asalariado. Este año se ubicó en 64.6 por ciento y en junio de 2018 fue de 64.9.
El indicador que más incrementó a lo largo de un año fue el de población ocupada que labora bajo condiciones críticas, es decir, con salarios insuficientes, jornadas de trabajo por arriba de lo que fija la ley y, en algunos casos, ambos. El Inegi advierte que en la actualidad ésta se ubica en 19.5 por ciento, prácticamente dos de casi 10 trabajadores, mientras en junio de 2018 se contaba en 16.1.
Dicha medición agrupa las peores condiciones laborales, pues contabiliza a quienes trabajan menos de 35 horas a la semana y requiere laborar más de ese tiempo, a quienes lo hacen más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores al minisalario y quienes laboran más de 48 horas a la semana ganando hasta dos salarios mínimos.