IMCP

Campaña Nacional de la Contaduría Pública

Fundado en 1923 y conformado actualmente de 60 colegios de Contadores

IMCP_Tienda Conoce a tu Colegio y Guía de Operación

Síntesis Informativa

  • Imprimir
  • youtube

Luego de que este 1 de agosto los mexicanos enfrentaron un aumento en las gasolinas y el diésel, también se registró el segundo mes con alzas a las tarifas eléctricas de los segmentos industrial, comercial y doméstico de alto consumo.

La Comisión Federal de Electricidad (CFE) informó que para este mes hay un aumento de entre 5.2 y 7.5 por ciento para el segmento industrial contra lo que se pagaba el mismo mes de 2015.

Para el sector comercial el alza es de entre 7.8 y 9 por ciento y la del doméstico de alto consumo de 8.9 por ciento. En tanto que para el doméstico de bajo consumo, que se refiere a 90 por ciento de los usuarios (35.5 millones), no hay cambios y se mantiene una tarifa 2 por ciento menor respecto al cierre de 2015.

La CFE reiteró que los ajustes se deben a los incrementos de precios de los combustibles para generar energía eléctrica (combustóleo y diésel).

De acuerdo con la empresa productiva del Estado, los usuarios domésticos, tanto de bajo y alto consumo, constituyen más de 90 por ciento de sus clientes. Sin embargo, en términos de uso y facturación, el sector industrial, con menos de 1 por ciento del total de clientes, es el que mayores ingresos deja a la CFE.

De acuerdo con su último reporte financiero, de los ingresos por grupo en venta de electricidad, que ascendió a 135 mil 392 millones de pesos en el primer semestre del año, 53 por ciento provino del segmento industrial, 22 por ciento del doméstico, alrededor de 14 por ciento del comercial y el resto corresponde al alumbrado público y al sector agrícola.

Para considerar, por ejemplo, en el sector doméstico de alto consumo, en la zona centro los consumidores pagaban en agosto del año pasado 3.40 pesos por kilovatio-hora. Ahora serán 3.70 pesos.

En julio, después de 18 meses consecutivos a la baja, las tarifas presentaron su primer incremento del año para el segmento industrial, de entre 2 y 5 por ciento, el comercial de 5 a 7 por ciento y el doméstico de alto consumo de 6.8 por ciento respecto del mismo periodo de 2015.

En su defesa, la CFE apuntó que a pesar de las alzas, las tarifas eléctricas acumulan “disminuciones importantes” de diciembre de 2014 a la fecha.

Destaca que las tarifas industriales disminuyeron entre 17 y 27 en ese periodo, las comerciales de 1 a 13 por ciento y 1.4 por ciento las de hogares de alto consumo.

Además, apunta que las tarifas aplicables a la venta eléctrica en México son definidas y autorizadas por el gobierno federal, mediante la Subsecretaría de Ingresos de Hacienda.

Asimismo, la tarifa doméstica de bajo consumo, que subía 4 por ciento cada año, desde 2006 y hasta 2014, bajó 2 por ciento en 2015 y otro 2 por ciento este año, mismo que atribuye a la reforma energética.

Sin embargo, se esperaba que se mantuviera una tendencia a la baja en las tarifas de todos los segmentos; el año pasado el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, dijo que el resultado de la reforma ya lo estábamos viendo, pues las tarifas de luz para los consumidores domésticos, industriales y de servicios iban a la baja.

La apuesta de la CFE es seguir detonando la infraestructura para el transporte del gas natural para poder traer ese hidrocarburo, que resulta 60 por ciento más barato que el combustóleo y el diésel.

Empresarios de la capital del país pidieron al gobierno local implementar medidas de apoyo para hacer frente al aumento en los combustibles, con el fin de que no se vean en la necesidad de elevar los precios de productos y servicios.

Jesús Padilla Zenteno, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) de la Ciudad de México, dijo que de no hacerlo, el alza en los combustibles tendrá un efecto en las mercancías, debido a que el margen de utilidad será más bajo, por lo que los empresarios deberán ajustar los precios hasta 4 por ciento para mantener su rentabilidad.

Lamentó que en el corto plazo no haya beneficios derivados de la reforma energética y, por el contrario, el precio de los combustibles va en aumento a causa de las políticas fiscales, en específico el impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS), que genera un aumento de precio directo a los combustibles traídos del exterior.

Consideró inevitable que la escalada en el precio de los combustibles se vea reflejada en el costo final de los productos, lo que provoca una reducción en las ventas minoristas y perjudica la competitividad económica de la ciudad.

“Gazolinazo”, un impuesto
En tanto, el presidente del Senado, Roberto Gil Zuarth (PAN), acusó al gobieno de convertir en un impuesto la banda de flotación de 3 por ciento al precio de los combustibles que el Congreso aprobó en la pasada reforma fiscal.

El legislador dijo que esa captación se convirtió en una política de recaudación. Afirmó que el Congreso dio al gobierno la posibilidad de fluctuar en una banda pero que “eso no significa que se vaya al límite”.

Gil Zuarth dijo que el gobierno está cerca del límite permitido de aumentos “con el propósito de recaudar dinero y eventualmente cerrar su brecha de gasto público”.

En tanto, la vicecoordinadora del PRD en el Senado, Dolores Padierna, propuso ajustes en la reforma fiscal de 2017 donde Hacienda tendría que aplicar subsidios adicionales para tratar de controlar los precios y continuar con el proyecto privatizador.

Para la legisladora, con el aumento histórico de 13.96 pesos por litro de gasolina Magna, Hacienda pretende vender el incremento como “módico” pese a que en solo un mes duplica la inflación anual estimada.

Liga Milenio clic aquí