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Capital de México, 16 – Reportaje
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Algunos la llaman la madre de la todas la reformas. Entre dimes y diretes su aprobación se acerca y las posturas comienzan a fijarse desde las diferentes esferas políticas y sociales.

“Para mí, la madre de todas las reformas es la fiscal. Si México no da el salto hacia una reforma fiscal eficaz será muy difícil alcanzar tasas de crecimiento importantes”, aseguró en días anteriores la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena.

Mientras que el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), José Ángel Gurría, advierte que sin más ingresos fiscales, sin aumento en la competencia y sin las reformas necesarias, México no marchará.

El exsecretario de Hacienda insiste en calificar a la fiscal, como la reforma que más urge para para dar viabilidad al desarrollo del país.

En México los ingresos fiscales reposan en una tercera parte en las entradas que obtiene por la venta de petróleo, y desde hace años ha buscado formas para elevar la recaudación mediante distintos gravámenes, especialmente, el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el Impuesto sobre la Renta (ISR).

No obstante, discrepancias en el Congreso de la Unión, donde tres fuerzas políticas ocupan la mayor parte de los curules, han convertido ambiciosos planes fiscales en modestas misceláneas que han hecho poco por elevar la recaudación tributaria de México, de alrededor del 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

En su informe sobre Estadísticas Tributarias en América Latina, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), señala que México tuvo el nivel más bajo referente a la recaudación fiscal entre los países de la OCDE en 2010 y 2011. La organización internacional planteó que, en el 2010, la recaudación de los gobiernos subnacionales representó el 3.6 por ciento del PIB, en comparación con 24 por ciento del promedio en siete países que la conforman.

Ante este contexto el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, espera que el poder legislativo apruebe este año las reformas estructurales, como la fiscal y energética, al ser consideradas como indispensables para detonar el potencial de la segunda mayor economía de América Latina.

El Pacto por México expone la necesidad de una reforma hacendaria eficiente y equitativa que sea palanca de desarrollo.

Al mencionar que para cumplir con los compromisos de ampliación de derechos sociales, así como las inversiones para detonar el crecimiento y mejorar la seguridad y la justicia, se requiere de fortalecer la capacidad recaudatoria del Estado. Sin embargo el documento también señala que para lograrlo se necesita, eficiencia recaudatoria, fortalecimiento al federalismo, eficiencia del gasto Público y transparencia de cuentas, así como fortalecer la capacidad financiera del Estado.

Actualmente, existen subsidios que tienen resultados regresivos pues asignan mayores recursos a las personas que más tienen. Tan sólo el 13 por ciento del gasto público en desarrollo humano llega al 20 por ciento de la población con menos ingresos, mientras que un 32 por ciento beneficia al 20 por ciento de la población más rica. Algunos ejemplos de estos subsidios se encuentran en el sector energético y en el campo.

En 2003, el presidente Vicente Fox Quesada insistió en la necesidad de avanzar en una reforma fiscal, que permitiría crecer en estos momentos a tasas superiores a cinco por ciento al año y daría los recursos para cumplir con las demandas y necesidades del país, aunque no fue como lo planteó.

Su propuesta era gravar con el 15 por ciento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a los alimentos, medicinas, colegiaturas, libros y revistas, un gravamen fácil de cobrar y difícil de evadir.

Luego de varios meses de discusión la oposición rechazó el proyecto con el argumento de que afectaría a los más pobres, por lo que la reforma se reduciría a un nuevo impuesto del cinco por ciento sobre alimentos o artículos suntuarios como caviar o motores para yates.

En 2007, el Congreso aprobó la primera modificación en la materia en la gestión de Calderón, que tampoco incluyó ampliar el cobro del IVA a los alimentos y medicinas.

El punto medular fue el nuevo Impuesto Especial a Tasa Única (IETU), gravamen empresarial que inició con una tasa del 16.5 por ciento para crecer paulatinamente.

Algunos años después se vuelve abrir el debate, donde legisladores ponen sobre la mesa su opinión al respecto.

EL ORDEN COMO PRIORIDAD

El presidente del Senado y coordinador de la bancada del PAN Ernesto Cordero aseguró que el primer paso para una reforma hacendaria es poner en orden las finanzas locales, al señalar que los estados y municipios recaudan muy poco, gastan de más y se sobreendeudan.

“La principal debilidad está, no en los impuestos federales, que pueden ser mejores y se puede mejorar la situación; la gran debilidad de las finanzas en el país está en los estados y municipios”, dijo.

En conferencia de prensa, previa a la inauguración de la Reunión Plenaria de Senadores del Partido Acción Nacional (PAN), Cordero Arroyo mencionó que los estados y municipios no recaudan casi nada e incluso países centroamericanos, con un menor grado de desarrollo económico e industrial, recaudan más sus provincias y departamentos.

Al ser cuestionado sobre el tema del IVA en alimentos y medicinas, dijo que esa es una decisión que le corresponde al gobierno federal de acuerdo a cuál es su estructura tributaria y hacendaria que requiere.

“Ellos saben de qué tamaño son las necesidad que tienen para financiar su proyecto de gasto, y nosotros estaremos atentos a lo que no envíen como propuesta” reiteró.

Cuando Cordero fue secretario de Hacienda y Crédito Público, en el sexenio de Felipe Calderón, propuso una disminución de privilegios como una posible fórmula para bajar los impuestos y tener mayor recaudación al existir muchos privilegios ante lo cual exponía , “ se busca cumplir con lo que señala la Constitución de que sea equitativa, redistributiva y sobre todo proporcional, de lo contrario vamos a tener un sistema fiscal injusto por mas impuestos que le pongamos a la gente”.

EFICACIA DEL GRAVAMEN

El líder nacional del PRI, César Camacho, señaló que al país le urge una reforma hacendaria integral sin parches, ya que el tricolor buscará crear un modelo fiscal que permita obtener recursos suficientes para mejorar las finanzas nacionales, y ello se vea reflejado en bienestar de la sociedad.

“No es conveniente suponer que la reforma a la hacienda pública se puede reducir a eso (gravar con IVA medicinas y alimentos). Eso sería admitir que se tiene una visión restringida y simple de un asunto. El gobierno requiere eficacia en la recaudación de impuestos, tiene que tocar temas como el combate a la evasión”, dijo.

Mientras que el senador perredista, Armando Ríos Piter, externó su rechazo para gravar el Impuesto al Valor Agregado en alimentos y medicinas, al exponer que de llevarlo a cabo los que se verían más perjudicado serían los más pobres.

Aunado a ello, en entrevista, el legislador se mostró a favor de acabar con los privilegios de aquellos que más tiene, y con ello eliminar los huecos que hay sobre el Impuesto sobre la Renta (ISR), para que los grandes consorcios se vean obligados a pagar ya que actualmente muchos de ellos evaden impuestos, y en ese sentido, dijo, buscar una mayor formalidad en la economía productiva del país.

Explicó que en caso de efectuarse dicho planteamiento, los ingresos provenientes de dicho gravamen, podrían ser superiores por 350 mil millones de pesos, de acuerdo a la información otorgada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público SHCP).

“La reforma hacendaria debe estar sustentada principalmente en tres pilares, es decir, con rendición de cuentas, eficiencia en el gasto público y cumplir con el objetivo se ser lo más equitativa posible “afirmó.

Además, Ríos Piter agregó que la discusión fiscal debe comenzar con la revisión de cuentas de estados y municipios, ya que la deuda pública que hoy existe en distintos demarcaciones interviene en el desarrollo económico del país.

Por otra parte, el sector académico coincide con la postura de los organismos internacionales, en decir que más allá de politizar el tema fiscal, México requiere crear un diseño integral tributario que le permita una mayor recaudación para obtener un mayor crecimiento de su economía.

ANÁLISIS REAL

En entrevista, Leticia Armenta Fraire, Directora del Centro de Análisis Económico del Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México, recomienda que el Congreso haga un análisis profundo para crear un nuevo diseño en la materia, en el sentido que hubiera menos excepciones, que fuera más sencillo de aplicar y finalmente que tuviera como meta aumentar la base gravable.

“Hoy en día el mayor reto está en la base gravable, ya que la informalidad se ha vuelto un tema de suma importancia en cuanto a la evasión fiscal, ya que existen empresas que trabajan en este sentido, y manejan dobles contabilidades evadiendo impuestos”, indicó.

La experta expuso que sería positivo que, el IVA en alimentos y medicinas creciera, bajo el argumento que al ser un impuesto directo, sería más sencillo de cobrar por ende facilitaría la recaudación.

“Sin embargo, es difícil que suceda, ya que en los últimos años, hemos observado que se le ha dado un enfoque totalmente político a la reforma, lejos de considerar una realidad económica. Por lo que es muy probable que se haga un parque sobre otro parche en materia hacendaria hasta que la tela termine por romperse”, aseguró.

Agregó que algunas fuerzas políticas se han postulado como los defensores de los que menos tienen; sin embargo, enfatizó que para lograr combatir las carencias de los menos favorecidos es proporcionando las herramientas para que el Estado tenga mayores ingresos fiscales para que esto sean usados en beneficio de la población en general.

La Ley de Ingresos de la Federación para 2013, contempla un total de percepciones por tres billones 956 mil 361 millones de pesos, luego de las modificaciones de la Comisión de Hacienda a la propuesta original del Ejecutivo.

Se estima que 810 mil 95 millones de pesos (818,095.4) provendrán del Impuesto Sobre la Renta (ISR); 44 mil 638 millones de pesos (44,638) del Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU), mientras que del Impuesto al Valor Agregado (IVa) se obtendrán 622 mil 66 millones de pesos (622,626) de acuerdo con el decreto.