La propuesta del Paquete Económico del 2017 no incluyó las demandas permanentes que el sector empresarial persigue para detonar empleos y las inversiones. La deducción plena de prestaciones laborales, la actualización de las tarifas del Impuesto sobre la Renta (ISR) en las personas físicas, así como el diferimiento del derecho de acreditamiento y devolución del IVA para las erogaciones realizadas en periodos preoperativos de las empresas son apuestas que persigue el sector empresarial, a fin de revertir costos económicos.

A lo largo de un año, los organismos empresariales aglutinados en el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) han pugnado con las autoridades hacendarias para que se integre la deducción inmediata y total a las prestaciones sociales que incentivaría el empleo y reduciría el costo de las empresas.

Juan Pablo Castañón, presidente de la máxima cúpula empresarial, sostuvo que se dará mayor profundidad con el Congreso, a fin de generar certidumbre a los inversionistas y señales de que la economía marcha bien para los próximos años.

La industria automotriz acusó que se ignoró su petición de la deducción al 100% en la compra de vehículos eléctricos e híbridos y en la compra de autos hasta por 275,000 pesos.

Los empresarios intentarán con los legisladores que se revierta el diferimiento en el derecho de acreditamiento y devolución del IVA para las erogaciones realizadas en periodos preoperativos de las empresas; excepto para la industria extractiva, pero el resto de la economía ya no tiene esta oportunidad, puesto que esto significará un costo financiero muy importante para las nuevas inversiones.

Por su parte, los industriales buscarán un tratamiento fiscal para desperdicios industriales y también la deducción de 100% en gastos preoperativos del sector minero, así como el acreditamiento de 10% del ISR en dividendos contra el ISR del ejercicio.

“Vemos un presupuesto inercial, pero vamos a solicitar al Congreso que incorpore estas medidas y confiamos en que nos escuchen, porque son necesarias, y es la única forma de detonar la economía”, explicó la Canacintra.

Juan Pablo Castañón dijo: “Todo esto es el Paquete Económico del 2017, que trabajaremos junto con el Congreso, para darle mayor profundidad y generar las señales de ahorro suficiente, que den tranquilidad en la marcha de la economía”.

El representante empresarial advirtió que insistiran en que en los próximos dos o tres años se discuta una reforma fiscal profunda que s permita tener los ingresos tributarios suficientes para lo que México requiere.

IMEF, por otro recorte

Por su parte, el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) se sumó a la opinión del CCE y considera que el Paquete Económico para el 2017 necesita un recorte adicional al gasto de al menos 50,000 millones de pesos.

Joaquín Gándara, presidente nacional del IMEF, consideró que el Paquete Económico incluye un presupuesto adecuado, pero que el recorte al gasto pudo haber sido mayor.

“El recorte va en la dirección correcta, pero obedece a una situación adversa de la economía mundial y nacional; no es un recorte profundo, ni un cambio estructural en las finanzas públicas”, argumentó.

“Seguimos viendo recortes en inversión productiva que ponen en riesgo el crecimiento de la economía en el largo plazo, mientras que todavía hay oportunidades en gasto corriente que no se han estado atacando”, explicó.

Consideró adecuado que se busque un superávit primario para las finanzas públicas en el 2017, lo cual no se hacía desde el 2008, amen de que es lo más recomendable ante un enforno tan adverso. Destacó que el crecimiento proyectado para el 2017 (entre 2 y 3%) es adecuado; sin embargo, el del 2016, que se prevé en 2.4%, es demasiado optimista, y está muy por arriba de lo que los analistas del IMEF están proyectado.

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