EL UNIVERSAL, SECCIÓN CARTERA
Ricardo Jiménez

La fortaleza del tipo de cambio peso-dólar es resultado básicamente del ingreso de flujos externos de cartera al país, derivados de los atractivos rendimientos ofrecidos por el mercado de dinero mexicano.

En ese contexto, la paridad peso-dólar en operaciones al mayoreo alcanza un precio de 12.37 pesos, nivel que no se observaba desde hace 18 meses, aunque es importe señalar que en el presente año registra una apreciación de 3.8%.

La perspectiva de la aprobación de las reformas estructurales, como la fiscal y energética, es otro de los factores que está promoviendo la revaluación del peso mexicano.

La directora de análisis económico y bursátil de Banco Base, Gabriela Siller, destacó que el cambio de perspectiva de estable a positiva realizada por la calificadora Moody’s en días anteriores, explica también los mejores niveles alcanzados por el tipo de cambio peso-dólar.

El posible mejoramiento en la calificación de la deuda soberana de México originó la disminución del riesgo país (indicador que mide la posibilidad de que un país no cumpla en los términos acordados con el pago de su deuda externa). Al inició del presente año el riesgo país mexicano se encontraba en alrededor de los 150 puntos, ahora se ubica cerca de los 100 puntos.

El subdirector de mercados financieros de Santander, Salvador Orozco, comentó que la fortaleza de peso mexicano continuará en las siguientes semanas, con el pronóstico de que llegue a un precio de 12.35 pesos.

El deslizamiento del tipo de cambio peso-dólar se seguirá moviendo de acuerdo con la entrada de inversión foránea especulativa; sin embargo, existen otras variables que podrían ayudar a fortalecerlo más, como la perspectiva de un mayor crecimiento económico vía aprobación de la reformas estructurales.

En estos momentos, la tenencia de inversión extranjera de cartera llega a un nivel récord histórico, pues la cifra total se ubica en 1.6 billones de pesos, equivalente a 11% del PIB nacional.

Gabriela Siller anticipó que el tipo de cambio seguirá fortaleciéndose en los próximos meses, sobre todo en junio y julio, que es donde hay más liquidez en el mercado de cambios, bajo esa óptica el peso mexicano podría tocar los 12.0 pesos.

La experta agregó que de aprobarse las reformas estructurales, el tipo de cambio llegaría a un precio de 11.80 pesos, aunque posteriormente regresaría a los 12.0 pesos para establecerse en ese nivel.

Por su parte, el analista de Santander, Salvador Orozco, mencionó que los niveles de 12.37 pesos alcanzados por la paridad peso-dólar, no generaría problemas a las exportaciones mexicanas y por ende al crecimiento económico e inclusive podría ubicarse en los 12.0 pesos sin que pierdan competitividad las mercancías mexicanas en el exterior.

El especialista complementó que en el mediano plazo no se prevé un movimiento brusco en la paridad, es decir, las cotizaciones se mantendrán entre 12.0 y 12.50 pesos.