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La ejecución del gasto público, particularmente el recorte, es lo que dará consistencia a la fortaleza de calificación que tiene México en Moody’s y Fitch, concuerdan analistas de ambas calificadoras.

En entrevistas separadas, coinciden en que el Paquete Económico para el año entrante y la meta de un superávit primario son pasos en la dirección correcta. Pero matizan que no basta con el objetivo para garantizar su ejecución.

Desde Nueva York, sede de Fitch, la analista soberana Shelly Shetty explica que “la implementación será la clave para mantener la confianza en la estrategia de consolidación fiscal y la prevención de un deterioro en los márgenes de la deuda”.

La calificación de México en Fitch es grado de inversión en “BBB+” con perspectiva Estable.

Aparte, el analista para América Latina (AL) en Moody’s, Jaime Reusche, precisa que será la tendencia de la deuda del gobierno federal y el indicio de su estabilidad lo que liberaría de la perspectiva Negativa a la calificación que tiene México en Moody’s Investor Service.

Moody’s tiene a México con la más alta calificación de las tres agencias, en “A3”, pero le cambió la perspectiva a Negativa desde marzo, lo que significa que hay 33% de probabilidad de un recorte en la nota.

“Queremos asegurarnos de que el indicador de deuda sobre PIB se estabilice, que no siga creciendo y que la posición fiscal se fortalezca para enfrentar la desaceleración sin tener que dañar la situación del gobierno. Una vez que se estabilice la deuda, estaríamos más cómodos con la calificación en perspectiva Estable”, afirma.

Calificación sensible

Para la analista de Fitch, la nota de México es “sensible a presiones a la baja” en tres aspectos: crecimiento; flexibilidad del marco macroeconómico, y el nexo entre México y Estados Unidos.

Un débil desempeño de la economía o un deterioro fiscal podrían materializar el riesgo de deudas contingentes que presionen a las finanzas públicas, detalla. El deterioro de la consistencia, flexibilidad y credibilidad del marco macroeconómico es otro factor de riesgo a la baja en la nota de Fitch.

Ésta mantiene sin cambios la calificación de México así como la perspectiva.

EU y su política

De acuerdo con Shetty, “un deterioro en el nexo económico, comercial y financiero de México con Estados Unidos” es un claro riesgo a la baja para la calificación.

En cambio, para Moody’s, en la eventualidad de que se diera un viraje en la política comercial del principal socio comercial de México, “sería un cambio gradual, con un impacto económico limitado”.

“Se vería como ahora: una economía que crece a dos tiempos, con el crecimiento doméstico como motor, donde la demanda interna mantiene a la economía creciendo, mientras hay un sector externo que no favorece”, dice.

Así que un cambio de la política comercial de EU con México se vería como “la continuación de un sector externo que sigue siendo un lastre que no deja que converja la economía con su potencial. Pero no es un riesgo que nos incomode”.

Gasto se modera

El analista de Moody’s considera que el cambio del secretario de Hacienda favorecerá a la moderación del gasto público, ya que José Antonio Meade “cuenta con un perfil más ortodoxo, ligeramente más conservador”.

Para la agencia, matiza, son los resultados los que más pesarán en la calificación. Respecto del ejercicio del recorte de este año, refiere que sí se ve una moderación del gasto, lo que debería llevar a un resultado mejor que el observado en los dos años previos.

Pero advierte que dependerá del control del gobierno federal a nivel secretarías y administraciones de gobiernos estatales y municipales, sobre todo en bienes y servicios, para garantizar un mejor avance.

Ven lento crecimiento

Para la analista de Fitch, el “históricamente bajo crecimiento” ha sido una clara restricción para que México consiga una calificación mayor. Y ahora, enfatizó, “con el contexto internacional adverso, no anticipamos una aceleración en la dinámica de la recuperación económica”.

En su opinión, las condiciones desfavorables vienen de los sectores externo e interno. En el ámbito global, ven un sector industrial de Estados Unidos que se mantiene débil; un panorama de bajos precios de los commodities y episodios periódicos de volatilidad internacional. En la economía doméstica, encuentran el reto de una producción de petróleo a la baja.

El analista de Moody’s considera que esta vez los supuestos macroeconómicos del presupuesto son moderados y acordes con los retos que enfrentará la economía mundial.

Ingresos tributarios fuertes

Entrevistado aparte, el analista de Moody’s reconoce que los ingresos tributarios han resultado mejor de lo esperado, incluso este año.

“Creemos que los ingresos seguirán viniendo bien. Honestamente pensamos que los ingresos tributarios se nivelarán, pues creíamos que los beneficios de la reforma tributaria se verían en el 2015 y nos ha sorprendido la positiva dinámica de este año”. Comentó que podría esperarse que ésta se extienda.

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