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Excelsior, Dinero

Jorge Ramos

El sector empresarial tiene lista su propuesta de reforma fiscal. La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) pondrá a consideración de los organismos que conforman el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) un proyecto para realizar los ajustes que se consideren necesarios y posteriormente presentarla como apuesta única del sector privado al Congreso de la Unión.

El presidente del organismo patronal, Gerardo Gutiérrez Candiani, adelantó en exclusiva que la propuesta plantea gravar con 15 por ciento de Impuestoal Valor Agregado (IVA) prácticamente todos los servicios y productos de consumo, salvo una reducida canasta básica de artículos considerados de auténtica primera necesidad, así como un solo impuesto al ingreso de entre 21 y 23 por ciento.

De acuerdo con Gutiérrez Candiani, el tributo al ingreso propuesto por la Coparmex se conformó con lo mejor del Impuesto Empresarial a Tasa Única( IETU) y del Impuesto Sobre la Renta (ISR), ya que permite la deducción de activos, promueve la inversión, la formación de capital, no tiene tantas exenciones ni deducciones fiscales y considera, entre otras cosas, la deducción de la nómina y de las cuotas de seguridad social.

También incluye medidas para garantizar la viabilidad económica y financiera del país, así como un ejercicio eficiente del gasto público con rendición de cuentas. “Es una reforma muy interesante, muy actualizada que va a garantizarnos una estabilidad y un crecimiento económico en el largo plazo”, aseguró el dirigente de la Coparmex.

Sobre los productos exentos de IVA o que permanecerían gravados con tasa cero, comentó que “vamos a tener una canasta básica pequeña, cubriendo lo más prioritario al pueblo de México, pero sobre todo también estamos generando recaudación: es una propuesta que le da viabilidad económica y financiera al país en el largo plazo”.

El planteamiento coincide con la iniciativa del senador Manlio Fabio Beltrones, del PRI, en cuanto a la generalización del IVA a prácticamente todo el consumo, salvo una canasta básica, y la reducción del, pero difiere en las tasas, ya que el priista propone fijar el Impuesto al Valor Agregado en 12 por ciento y bajar el ISR a 25 por ciento.

Los detalles de la propuesta que ya fue aprobada por las juntas nacionales de la Coparmex y que el organismo pondrá próximamente a consideración del CCE y del Congreso de la Unión se mantienen bajo el más riguroso de los secretos, pero se sabe que está inspirada en los lineamientos generales que definió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

Consenso en el CCE
Para Armando Paredes Arroyo Loza, presidente del Consejo CCE, el tema fiscal está sobre diagnosticado y todas las propuestas en la materia, tanto las promovidas por el Ejecutivo federal como por las fracciones parlamentarias de algunos partidos y de la Coparmex tienen elementos valiosos dignos de tomarse en cuenta.

En opinión del dirigente del organismo cúpula, lo realmente importante es que los actores políticos reanuden el diálogo, analicen con seriedad las propuestas, construyan acuerdos y aprueben a la brevedad la mejor reforma fiscal para e impulsar el crecimiento y el desarrollo económico del país.

Desde su perspectiva, la reforma fiscal que necesita el país debe promover la inversión, fomentar la productividad y el empleo, para lo cual es necesario ampliar la base de contribuyentes, reducir las tasas impositivas, simplificar el sistema y combatir la informalidad.

A decir de Mario Sánchez Ruiz, presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio (Concanaco), México necesita una reforma hacendaria que articule el gasto a las políticas de desarrollo y que asigne los recursos públicos de acuerdo al costo-beneficio social y económico. “Una reforma hacendaria que establezca la transparencia, rendición de cuentas y evaluación de resultados en la aplicación de los recursos públicos por parte de los tres órdenes de gobierno”.

Según Arturo Mendicuti Narro, presidente de la Canaco, D.F, la demanda empresarial y de la ciudadanía en términos generales es la simplicidad.

“Tenemos que volver a lo básico, tenemos que regresar a lo simple. Lo ideal sería que gozáramos de un solo impuesto que fuera claro, que fuera transparente, que no tuviera excepciones y que fuera tan sencillo de aplicar que cualquier persona que sepa manejar las cuatro operaciones básicas de la aritmética pudiera con ello satisfacer enteramente las disposiciones fiscales”.

Consumo
Para Miriam Paniagua, académica de la Escuela de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Panamericana, lo ideal sería mantener el IVA en 15 por ciento a prácticamente todo el consumo, con excepción de una canasta básica de alimentos y medicinas, así como un solo impuesto al ingreso de 25 por ciento, creado de la fusión del IETU y del ISR.

“Esa sería mi propuesta: subir o mantener el IVA en 16 por ciento, eliminar la tasa cero y exenciones, gravar todos los productos, salvo canasta básica y medicinas, y el ISR podría ser de 25 por ciento.”

Al analizar las propuestas del senador Manlio Fabio Beltrones y la de la Coparmex, la especialista se inclina más a favor del proyecto de del sector privado, por considerarla adecuada.

En entrevista con Excélsior, explicó que la propuesta de Manlio Fabio Beltrones para reducir a 12 por ciento el IVA y el ISR a 25 por ciento tiene más tintes de “bandera política” que de reforma fiscal, debido a que la conjunción de ambas tasas no garantiza la recaudación que necesita el Estado mexicano.

“Yo creo que exageró, se fue muy abajo en la tasa del 12 y en la tasa del 25 como conjunto, no puedes bajar las dos tasas tanto, si no ¿de dónde vas a sacar ingresos?. Aquí el problema es que tienen que tener ingresos, ¿estás de acuerdo?. Entonces esto suena como bandera política, todo mundo juega con los impuestos, ponen cifras sin hacer estudios, sin razonarlo. Yo creo que está muy disparatado bajar tanto ambas tasas.”

Explicó que la de Coparmex parece más adecuada, pues aunque reduce a 15 por ciento el IVA y considera un ISR de entre 21 y 23 por ciento, podría generar un efecto de “recaudación espontánea”, es decir, que los contribuyentes traten de cumplir con el pago de impuestos en vez de buscar la forma de evadirlos, como sucede en la actualidad.

Juan Sherwell, director de la Escuela de Graduados en Administración del Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México, se pronunció a favor de una reforma fiscal que amplíe la base gravable y explicó que esto podría hacerse mediante la generalización del impuesto al consumo, salvo una canasta básica reducida para proteger a los que menos tienen.

Explicó que la tasa de IVA dependerá del tamaño de a canasta básica e indicó que “obviamente entre mayor sea el número de alimentos y medicinas que pongamos en ella mayor será el gravamen, porque la idea es recaudar más” y, por el contrario, “si se requiere recaudar más con una tasa impositiva menos se tendrá que generalizar el impuesto a casi todos los productos”.

Dijo estar seguro de que con una tasa de entre 11 y 12 por ciento de IVA se podría obtener la recaudación que necesita el Estado mexicano.

“Yo estoy seguro que se podría aumentar la recaudación por vía impuesto al consumo, incluso con una tasa de entre el 11 el 12 por ciento si la generalizamos a todos los productos. Si a partir de ahí comenzamos hacer esta lista muy básica de bienes, entre más productos le agreguemos, pues seguramente la tasa impositiva empezará a subir a 13 ó 14 por ciento.”

Se pronunció a favor de un solo impuesto al ingreso, IETU o ISR, que no castigue sino estimule la generación de empleos, por lo que recomendó tomar lo mejor de cada uno para alcanzar un equilibrio.

El sector empresarial analizará esta semana su propuesta, para llevarla al Congreso.

¿Qué buscan?

En el documento Por una Reforma Integral de las Finanzas Públicas, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) propone 12 reformas al sistema fiscal:

1.- Eliminar las exenciones al pago de impuestos, incluyendo a las actividades primarias, como la agricultura y el transporte terrestre.

2.- Establecer un IVA de 15 por ciento en todo el país (incluidas zonas fronterizas) y generalizarlo a todos los bienes y servicios, incluso gravados con tasa cero y exentos.

3.- Hacer más claro y transparente el Presupuesto de Gastos Fiscales, en el que hay que definir el objetivo de cada tratamiento especial y revisar periódicamente su evolución para corroborar su cumplimiento.

4.- Eliminar el ISR y conservar el IETU, en cuyo caso se recomienda ajustar la tasa a niveles competitivos internacionalmente, sin comprometer la recaudación, así como hacer deducibles sueldos y salarios.

5.- Fortalecer el IDE, porque se ha consolidado rápidamente como una fuente de ingresos tributarios.

6.- Abaratar el costo de la contratación formal de trabajadores.

7.- Preservar el Régimen para Pequeños Contribuyentes (Repecos), porque facilita la integración del sector informal y ayuda a minimizar los costos administrativos.

8.- Reforzar el impuesto a la gasolina, ya que es fácil de administrar, promueve el uso de autos más eficientes que consumen menos combustible y es progresivo, pues pagan más quienes más consumen.

9.- Incrementar la efectividad y el cumplimiento de la administración tributaria, para lo cual es necesario aumentar el número de personal capacitado en la materia, simplificar procedimientos para el pago de impuestos y realizar un mayor esfuerzo de fiscalización.

10.- Fomentar una cultura de formalidad y legalidad.

11.- Crear incentivos que fomenten el tránsito voluntario al sector formal, para lo cual es indispensable la vinculación entre la política fiscal y las prestaciones sociales, de manera que se forje un enfoque global de calidad que satisfaga las necesidades de salud, pensiones, vivienda y seguro de desempleo de los trabajadores, exponiendo clara y contundentemente las ventajas de pertenecer a la formalidad.

12.- Que la reforma fiscal se lleve a cabo con una visión de largo plazo que garantice su sustentabilidad y evite futuras misceláneas que sólo derivan en una pérdida de eficiencia, comprometen la efectividad de la administración tributaria y deterioran la seguridad jurídica.