El sector privado del país previó una tendencia a la baja en los principales indicadores económicos de la economía mexicana, al cierre de 2017, lo que calificó como “un entorno frágil”, a lo que se suma la incertidumbre de la renegociación del TLCAN y un deterioro “importante” en temas de corrupción, impunidad e inseguridad.

En sus reporte semanal, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) señaló que la inflación retomó fuerza en la primera quincena de noviembre, producto del ajuste de las tarifas eléctricas, los precios del gas domético y de las gasloinas, con alzas anuales de 30 y 20 por ciento, respectivamente. “En este entorno, la inflación al cierre del 2017 podría acercarse a 6.6 por ciento, con su consecuente efecto sobre el poder adquisitivo de los hogares”, expuso.

El dato

LA IP dice que es fundamental que los candidatos presidenciales tengan visión clara para lograr un crecimiento sostenido.

Lo anterior, sostuvo incidiría de manera negativa en el poder adquisitivo de los salarios, pues incluso los datos de la Secretaría del Trabajo muestran que durante los primeros diez meses del año el salario contractual real reporta variaciones anuales negativas.

Además, alertó que las cifras indican que en septiembre la actividad industrial ya acumuló tres meses consecutivos de variaciones negativas, producto del debilitamiento de la producción petrolera y de la actividad de la cosntrucción, en particular en el rubro de infraestructura

Mientras, agregó el análisis económico del CEESP, en la evolución del consumo, las ventas al menudeo reportaron en septiembre su primera caída anual desde octubre del 2013; las cifras más actualizadas sobre el comportamiento de las ventas de la asocición de tiendas ANTAD reportan en octubre ingresos iguales, lo que representa seis caídas consecutivas.

En días pasados, la Organización para a Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) mejoró el crecimiento de la economia mexicana de 1.9 1 2.4 por ciento, el Fondo Monetario Internacional elevó su pronóstico a 2.1; dos décimas de punto porcentual más. Pero, el Banco de México, ajustó a la baja el PIB de México a un rango de entre 1.8 y 2.3, después de que anticipaba uno de 2.0 y 2.5 por ciento.

En este esencario, subrayó que los candidatos a la presidencia deberán hacer frente a esta situación, por lo que es fundamental que tengan visión clara de lo que se requiere para lograr que el país retome un camino de crecimiento sostenido con empleo suficiente y bien remunerado. “Las propuestas de campaña deberán ser claras, creíbles y concretas. No sólo un puñado de metas populistas”.

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