En la cuarta licitación de la Ronda Uno petrolera no sólo se lograron adjudicar 8 de 10 áreas en aguas profundas y conseguir un socio para Pemex en Trión, también se superaron con creces las regalías mínimas que estableció el Gobierno federal.

Por ejemplo, la Secretaría de Hacienda solicitaba una regalía mínima de 1.9 por ciento para los seis campos de la Cuenca Salina.

En este bloque se obtuvo la regalía más alta (de 26.9 por ciento) y fue para el campo número cinco que se adjudicó al consorcio conformado por Murphy, Ophir, PC Carigali y Sierra Offshore.

Óscar López-Velarde, socio líder de Industria Petróleo y Gas en EY, destacó que las regalías presentadas en la licitación de ayer fueron más altas de lo que se esperaba, pues la expectativa era que se mantuvieran entre 15 y 20 por ciento como máximo.

“Va a depender de que generen mayor eficiencia tecnológica y probablemente los precios del petróleo se recuperen un poco para que sus campos puedan ser rentables”, explicó el experto.

López-Velarde resaltó que las empresas que se disputaron ayer los 11 campos de aguas profundas son compañías muy serias y los compromisos emitidos pueden cumplirse.

Recordó que la Ley mexicana marca una regalía del 7.5 por ciento que tienen que pagar, adicional a la que ofrece la empresa.

La apuesta de estas petroleras es que los recursos desarrollados en cada uno de los campos excedan las expectativas, con lo cual pueden ofrecerle un pago extra al Gobierno, argumentó Eduardo López, director ejecutivo de EY México.

Resaltó que a pesar de la incertidumbre en los precios del petróleo y la geopolítica todas las grandes petroleras le entraron, incluso con Trión, en donde van en sociedad con Pemex.

El experto en el sector energético añadió que probablemente la información con la que cuentan las empresas, desde bases de datos hasta la sísmica, justifican esta apuesta.

“Probablemente concluyeron que todos esos tres riesgos eran ampliamente justificados”, dijo.

Las regalías que cada empresa pagará por explorar campos petroleros mexicanos representan la renta económica que recibirá el Estado por el valor de los hidrocarburos, explicó Luis Miguel Labardini, analista del sector energético de Marcos y Asociados.

Recordó que las regalías estaban en el margen entre 5 y casi 30 por ciento, lo cual refleja la incertidumbre que representa la explotación de hidrocarburos.

“Puede haber un margen de error, no solamente es la volatilidad y la incertidumbre”, apuntó Labardini.

En licitaciones de aguas profundas el llamado “government take” -parte que le corresponde al Estado- no pasa del 50 por ciento, precisó.

Ahora el gran reto, sostuvo, es la ejecución de esta inversión en México, en algunos casos con Pemex.

Las ‘majors’ nos cumplieron

Fue un éxito, dicen las autoridades. Por fin aparecieron las majors. Se adjudicaron contratos a compañías de México, Estados Unidos, Australia, China, Japón, Malasia, Francia, Noruega y el Reino Unido. Aunque fueron pocas las propuestas, se adjudicaron ocho bloques y todo aquel que ofertó, ganó algo.

Le fue bien a Pemex. Ahora tiene tres operadoras globales -BHP Billiton, Chevron e Inpex- como socios en grandes proyectos dentro del territorio nacional. Así se consolida el nuevo esquema de competencia y diversificación propuesto en la Reforma Energética.

Las majors nos cumplieron. Desde que se promulgó la Reforma, habían mostrado gran interés. Ofertaron, pese a petroprecios bajos -que hacen poco viable la explotación en aguas profundas a corto plazo-, y seguramente realizarán programas mínimos de trabajo mientras los precios sigan bajos. También pesó el interés geopolítico por la cercanía a Estados Unidos. Si no, pregúntenles a los chinos.

Lástima que el interés de las majors haya sido sólo en aguas profundas donde veremos el primer barril hasta dentro de 9 ó 10 años. ¿Cuál será el futuro del petróleo para entonces? Nadie sabe. Ojalá las majors ahora le entren también, en el 2017, a la Ronda Dos en aguas someras y en tierra.

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