El Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) -la medida más amplia de la deuda del país- se incrementó a niveles nunca antes visto desde el 2000, debido a la fuerte depreciación que ha registrado el peso frente al dólar, así como al apoyo financiero que se le brindó tanto a Petróleos Mexicanos (Pemex) como a la Comisión Federal de Electricidad, indicó José Antonio Meade, secretario de Hacienda y Crédito Público.

Al comparecer por más de seis horas en la Cámara de Diputados, explicó que de los 12 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB) en que se ha incrementado la deuda, 4 se deben a la devaluación del tipo de cambio, que en los últimos días ha roto el techo de los 20 pesos por dólar; en tanto, 1.5 puntos porcentuales se deben al apoyo que se les dio a las empresas productivas del Estado, pues ambas presentaban problemas en sus balances financieros.

Abundó en que 4.8 puntos del incremento de la deuda se explican por la trayectoria del déficit en elque incurrió el gobierno para impulsar las reformas estructurales; es decir, gastó más de lo que ingresaba, para darle un estímulo a las reformas de telecomunicaciones, energética y hacendaria.

“No es sorpresa que hoy se esté planteando el superávit primario ni la trayectoria de deuda, pues fue la que permitió acompañar a las reformas para darle un estímulo adicional de crecimiento”, dijo.

El 1.7 punto restante se debió al bajo crecimiento de la economía a nivel mundial y su impacto en la economía mexicana. “El bajo crecimiento no es exclusivo de México, como tampoco es exclusivo para el país el impacto de los bajos precios del petróleo”.

Con lo anterior, confirmó, se llegará a un nivel de endeudamiento que al cierre de este año representará 50.5% del PIB. “Es un nivel de deuda ligeramente superior de lo que habríamos querido tener”.

El funcionario refirió que esta deuda también es el reflejo de los efectos que dejó la crisis financiera internacional del 2008-2009.

“México enfrentó la crisis global más profunda que se haya vivido desde 1929. No se había visto un fenómeno como éste, por lo que al igual que otros países, aprovechó los espacios fiscales para que con la vía del gasto se diera un estímulo a la economía”.

Reiteró que si bien en su momento fue una decisión responsable, con el paso del tiempo, al igual que otras economías desarrolladas o emergentes, les ocasionó un alto nivel de endeudamiento. No obstante, recordó que, desde que inició el sexenio de Enrique Peña Nieto, se planteó estabilizar la deuda a partir del 2017 y lograr un superávit primario.

Consecuencias abruptas

En su primer mensaje a los diputados, Meade reconoció que la volatilidad e incertidumbre que se vive a nivel mundial y su implicación en México hicieron que el Paquete Económico del 2017 se enfocara principalmente en estabilizar y reducir la deuda en la que ha incurrido el gobierno federal desde que inició el sexenio.

“Un incremento en la deuda, mayor al planteado, puede llevar a la pérdida de la confianza, lo que tendría consecuencias abruptas y sustanciales en su costo y ocasionaría reducir aún más el gasto (…) Hemos escuchado señales de alerta y haríamos muy mal en desoírlas; es muy claro para todos lo que está en juego”, advirtió.

Comentó que ante la exigencia de la sociedad sobre la conducción económica del país, el gobierno se comprometió en primera instancia a estabilizar la deuda y a reducirla como porcentaje del PIB.

Meade indicó que el Paquete Económico del 2017 se presentó en un entorno económico sumamente adverso, en el que el balance de riesgos para el crecimiento global es negativo, y diversos factores externos incidieron para presentar un paquete más real.

“Tenemos enfrente un ajuste de la política monetaria en los países desarrollados, en tanto en Estados Unidos, una elección con implicaciones inciertas y riesgo de mayor proteccionismo (…) Resentimos la volatilidad y la incertidumbre que vienen desde el ajuste estructural en China, hasta la salida del Reino Unido de la Unión Europea”.

Meade insistió en que el paquete cierra con un periodo de política contracíclica, donde el gobierno presentaba un mayor gasto y que no era traducido en un mayor crecimiento económico. “Hoy, ese ajuste fiscal ya no es sólo conveniente, ya no es sólo al que nos habíamos comprometido, es el que se requiere para prepararnos frente a lo que tenemos por delante”.

Durante la comparecencia, diputados del PAN, PRD, Morena, Movimiento Ciudadano, Encuentro Social, así como el diputado independiente, Manuel Clouthier, calificaron como ineficiente e insuficiente la política económica emprendida por el gobierno federal, debido al crecimiento de la deuda, la disminución de los recursos públicos y el aumento del gasto corriente.

“El gasto no programable tiene previsto un incremento de 12.1% real, y preocupa el incremento del costo financiero de la deuda que pasa de 462,372.5 millones de pesos aprobados en el 2016 a 568,197.6 millones de pesos solicitados para el 2017, esto es un alza de 18.9% real”, dijo la panista Martha Cristina Jiménez.

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