Son factores externos, y no el recorte al gasto público, los que motivaron una reducción en las expectativas de crecimiento del Banco de México para la economía nacional, para este y el año entrante, afirmó el gobernador del banco central, Agustín Carstens.

De acuerdo con la autoridad monetaria, la expansión del Producto Interno Bruto (PIB) este año se ubicará dentro de un rango que va de 2 a 3 por ciento. Un intervalo que es inferior al estimado en diciembre, que estaba entre 2.5 y 3.5 por ciento.

“El ajuste al gasto público —por 132,000 millones de pesos— no tendrá mayor impacto en el PIB y se piensa que al tratarse de un recorte oportuno, tiene un impacto de confianza y credibilidad que compensará el leve impacto que pudieran tener en consumo e inversión, un menor gasto y mayores tasas”, argumentó el banquero central.

Al presentar el Informe Trimestral de Inflación, correspondiente al último trimestre del 2015, Agustín Carstens explicó: “El comportamiento de la economía mundial sigue mostrando una desaceleración importante, que se ha reflejado en las exportaciones y ha afectado a la inversión, y esto es lo que condujo al Banco de México a reducir el nivel de intervalo de PIB para el 2016 y el 2017”.

Para el año entrante, el instituto central rebajó el rango estimado de expansión, para ubicarlo entre 2.5 y 3.5 %, desde el intervalo de 3 a 4% anterior.
Crecer 4% es aún posible, 
pese a escenario

Desde la perspectiva del gobernador de Banxico, sí existe la posibilidad de alcanzar una expansión de 4% en el 2018, siempre que cambie el escenario mundial suficientemente para acelerar las exportaciones.

O bien, que se generen fuentes de crecimiento internas que permitan a México “desligarse de la influencia negativa que ejerce pobre crecimiento mundial”, lo que se logrará, aseveró, con la ejecución de las reformas legisladas.

“Lo deseable en México es precisamente que se refuercen las medidas que incentiven el crecimiento interno y permitan al mercado distinguirse de otros emergentes. Es decir, que se generen nuestras propias fuentes de crecimiento y nos desliguemos de la influencia negativa que ejerce el pobre crecimiento mundial”.
Brecha de producto: negativa

La brecha del Producto de México sigue siendo negativa, diagnosticó el banco central.

La parte más ruidosa ha estado en el sector externo, y los factores más sobresalientes son el ritmo de expansión global, que se ha venido debilitando, y con ello contribuyó a una caída en precios de mercancías básicas como el petróleo.

“Las condiciones internas de la economía mexicana siguieron mostrando un crecimiento sustentado en la expansión del consumo privado en el cuarto trimestre del 2015. En cambio, las exportaciones manufactureras continuaron estancadas como reflejo tanto de la debilidad en la actividad industrial de Estados Unidos como de la menor demanda por productos mexicanos”, dice el informe.

En consecuencia, refiere que “persisten condiciones de holgura en la economía, si bien algunos indicadores sugieren que éstas parecerían estar disminuyendo gradualmente”.
Energéticas postergan inversiones

El banquero central detalló que desde el año pasado la inversión mantiene una atonía por países y sectores.

Mencionó el caso de Estados Unidos, donde “llama la atención el monto de efectivo del balance de las empresas”.

“Nunca en la historia han tenido tanta liquidez las empresas, lo cual indica claramente que han estado postergando decisiones de inversión”, expuso.

En el sector de energía, evidenció, “se ve que han pospuesto inversiones por cerca de 400,000 millones de dólares”, lo que muestra cómo el ciclo de la economía mundial ha afectado las decisiones de inversión en los países”.

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