En conferencia de prensa, Luis Sánchez Galguera, vicepresidente fiscal del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), indicó que en México se necesita un esquema fiscal que propicie la inversión, genere estímulos fiscales, combata la informalidad, fomente el ahorro, cree empleos y amplíe la base de contribuyentes.

Sánchez Galguera presentó la propuesta de reforma fiscal del IMCP, precisando que es importante redistribuir la carga fiscal y otorgar certeza jurídica a los contribuyentes.

Señaló que la reforma fiscal de 2014 se quedó corta a lo que se esperaba y respecto a lo que se necesitaba, y reconoció que desde el punto de vista recaudatorio ha sido importante, pero esa recaudación se ha incrementado por cuestiones que no obedecen a una ampliación de la base de contribuyentes, ya que recae prácticamente en los mismos contribuyentes que han tributado en las últimas décadas.

Informó que la propuesta no es un documento que pretenda reaccionar a la reforma que se va a presentar en los Estados Unidos de América (EUA), pero sí se busca estar preparado para lo que pueda ocurrir.

El IMCP propuso que en el caso del impuesto sobre la renta (ISR) para personas morales, se haga una revisión de la tasa corporativa, que actualmente se encuentra en el 30 por ciento.

La propuesta contempla la reducción del impuesto por dos vías: la primera es una reducción del ISR a 25%, y la segunda es una reducción que oscile entre el 15 y 20% para las empresas que reinviertan sus utilidades en México.

Sánchez Galguera señaló que la justificación para la reducción del impuesto es que en promedio los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la tasa corporativa es del 26 por ciento.

Asimismo, propuso eliminar 10% del impuesto adicional que se creó en la reforma de 2014 sobre los dividendos porque quita competitividad, y derogar la limitación que existe en la deducibilidad de las prestaciones exentas.

En el caso de las personas físicas, indicó que se busca homologar la tasa del ISR a 25%. “El hecho de que la tasa en las personas físicas no sea coincidente con la de las personas morales, genera distorsiones. Nosotros pedimos que se homologue la tasa de las personas físicas y que se revise la tarifa sobre la cual nosotros pagamos impuestos”.

Respecto al impuesto al valor agregado (IVA), precisó que éste debería ser generalizado, incluido en alimentos, medicinas, mediante un ajuste gradual.

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