En un 20 por ciento, las personas físicas y morales caen en la discrepancia fiscal, evasión y lavado de dinero, ya sea por ignorancia, por omisión de datos al momento de declarar o de manera intencional.

En rueda de prensa presidida por Luis Carlos Verver y Vargas Funes, presidente de la Comisión Fiscal Regional del Instituto Mexicano de Contadores Públicos, se detalló que la discrepancia no es un delito, es una omisión de ingresos; en tanto, el lavado y la evasión fiscal sí están considerados como delitos, se castigan con sanciones penales, económicas y administrativas. Si se comprueba el lavado implica cárcel.

Acompañado por Javier Olmedo Castillo y Daniel Misael Fuente Garfias, también especialistas en la materia, Verver y Vargas Funes refirió que estas prácticas ocurren cuando el contribuyente tiene un nivel de vida superior a lo que declara vía consumos y gastos.

El lavado de dinero o evasión se refiere a la incorporación de recursos de origen ilícito y luego son incorporados a la economía formal.

Se tiene el registro de actividades vulnerables como es el sector inmobiliario, bancario, obras de arte, automotriz y joyero, que es donde se reportan estas irregularidades o prácticas ilícitas.

A raíz de la reforma en materia de información electrónica, todas las personas están sujetas a fiscalización permanente por el Servicio de Administración Tributaria (SAT).

Indicaron que cualquier persona que no declare con oportunidad, con datos fehacientes, puede caer tanto en la discrepancia como en el lavado de dinero. Dichos ilícitos se sancionan con multas que pueden alcanzar los 650 mil pesos para el que paga como para el que cobra, disolución de la persona moral y hasta la cárcel.

Entonces, la recomendación es declarar con oportunidad ingresos y gastos, porque al final el Servicio de Administración Tributaria tiene registro de cualquier movimiento.

Lamentaron que todavía existan asesores fiscales que dicen a sus clientes: “no pasa nada, declara en cero”. Lo mejor, dijeron, es evitar riesgos.

De acuerdo con un estudio del Instituto Mexicano de Ejecutivos en Finanzas, el 60 por ciento de la economía informal es cometida u originada por los negocios formales.

Es por ello que reiteraron a los contribuyentes tener orden y saber diferenciar gastos e ingresos, tanto personales como empresariales.

Fases del lavado de dinero

Colocación: Es la disposición física del dinero en efectivo proveniente de actividades delictivas. Durante esta fase inicial el lavador de dinero introduce sus fondos ilegales en el sistema financiero y otros negocios, tanto nacionales como internacionales.

Estratificación: Es la separación de fondos ilícitos de su fuente mediante una serie de transacciones financieras sofisticadas, cuyo fin es desdibujar la transacción original. Esta etapa supone la conversión de los fondos procedentes de actividades ilícitas a otra forma y crear esquemas complejos de transacciones financieras para disimular el rastro documentado, la fuente y la propiedad de los fondos. Es dar apariencia legítima a riqueza ilícita mediante el reingreso en la economía con transacciones comerciales o personales que aparentan ser normales. Esta fase conlleva la colocación de los fondos lavados de vuelta en la economía para crear una percepción de legitimidad. El lavador podría optar por invertir los fondos en bienes raíces, artículos de lujo o proyectos comerciales, entre otros.

Numeralia

20% de contribuyentes cae en esta mala práctica

60% de la informalidad cometida por formales

Sanción económica puede ir a 650 mil pesos

Cárcel, la sanción máxima

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