BOLETÍNES
Conoce a tu Colegio y Guía de Operación
TIENDA EN LÍNEA
Arranca programa de rescate al turismo
La Jornada, PP
Claudia Herrera Beltrán
Rodeado de los elencos de Televisa, de Televisión Azteca y de algunas figuras del deporte y la cultura, el presidente Felipe Calderón arrancó ayer la campaña Vive México, para reactivar a un abatido sector turístico que perdió 100 mil empleos a causa de la contingencia sanitaria.
Por la alfombra roja que adornó la explanada Francisco I. Madero de la residencia oficial de Los Pinos transitaron ayer los 48 invitados que figuraron en el escenario, la mayoría de la farándula, como los actores Bárbara Mori, Roberto Gómez Bolaños, Chespirito; el cantante Marco Antonio Solís, El Buki, y la conductora de espectáculos Paty Chapoy, mezclados con un reducido grupo del medio cultural, como el historiador Enrique Krauze, el chelista Carlos Prieto, el pintor Manuel Felguérez y la escritora Sabina Berman.
La conductora televisiva Rebeca de Alba fue la encargada de dar la bienvenida también a algunos deportistas, como el entrenador de la selección mexicana de futbol, Javier Aguirre; el boxeador Erick El Terrible Morales; el luchador El Hijo del Santo, y el medallista olímpico en taekwondo, Guillermo Pérez.
En la presentación de la campaña quedaron en segundo plano empresarios como Carlos Slim, líderes de las cúpulas empresariales, ejecutivos de medios de comunicación, embajadores y los integrantes del gabinete, que fueron sentados enfrente del gran templete.
Para que “México brille nuevamente con todo su esplendor”, Calderón anunció que el gobierno federal destinará mil 200 millones de pesos a esta campaña de promoción turística que –dijo– busca contrarrestar “una serie de prejuicios, de desinformación acerca de México y los mexicanos”.
Flanqueado por El Vasco Aguirre y por Fher, del grupo Maná, pidió que cada uno, “desde su trinchera”, ayude a promover el país para reactivar la industria turística, ya que personas “luchonas” están pasando por un momento muy difícil, y puso el ejemplo del taxista de cualquier ciudad, el recepcionista en Mazatlán, el guía de turistas en Chichén Itzá o los artesanos de Teotihuacán.
Los medios de comunicación, según Calderón, se comprometieron a difundir este mensaje en México y en el extranjero para que mucha gente “disfrute las grandes maravillas” que ofrece el país.
Además de esta campaña de promoción, ofreció que su gobierno mantendrá los apoyos anunciados al sector turístico, como descuentos en pagos de derechos a líneas aéreas o cruceros. Las empresas también se comprometen a lanzar una amplia gama de ofertas para poner al alcance de más mexicanos los principales destinos turísticos con descuentos y paquetes que sean realmente atractivos. El objetivo, según el michoacano, es “remover esa idea de que lo más bello de México es sólo para la gente que tiene mucho dinero”.
Sin embargo, el secretario de Turismo, Rodolfo Elizondo reconoció ante la prensa que estas ofertas quizá no sean accesibles para todos los mexicanos, ya que en Los Cabos una habitación cuesta normalmente 800 o mil dólares la noche, y ahora estará en 400 dólares.
Para dar un respiro a esta industria, que perdió 100 mil empleos según las estimaciones del funcionario, se buscará que las líneas aéreas y las cadenas hoteleras atraigan al turismo nacional en vacaciones, una vez que el calendario del ciclo escolar dejó de ser un problema.
La ceremonia fue aderezada con la emisión de diversos promocionales, en los que aparecieron, entre otros, Plácido Domingo, haciendo un llamado a gritar al mundo que vive México; la golfista Lorena Ochoa, y el futbolista Rafael Márquez, quien planteó que “debemos hacer lo que mejor sabemos hacer: estar unidos y apoyar a los que viven del turismo”.
Este collage de imágenes proyectadas en una macropantalla se completó con los mensajes de los conductores de los noticieros del canal de las estrellas, Joaquín López Dóriga y Adela Micha, lo mismo que del actor Diego Luna.
La visita de los famosos a Los Pinos se alargó más tiempo. Una vez que Calderón se despidió de cada uno, fueron invitados por micrófono a permanecer en sus lugares y a gritar no una, sino tres veces “¡Vive México!”, por si fallaba la grabación de otro anuncio de la campaña.
