El gobernador del Banco de México (Banxico), Alejandro Díaz de León, apuntó que para una economía como la nacional, que ha vinculado su crecimiento a la actividad exportadora, la actual retórica proteccionista es motivo de preocupación no obstante, espera que parte de esas narrativas no se cristalicen en medidas para el comercio mundial.

“Estamos enfrentando una coyuntura especialmente compleja; de hecho, el día de hoy los principales índices accionarios están cayendo en respuesta a las acciones que China anunció respecto a las acciones iniciales de Estados Unidos en relación con la actividad comercial”, sostuvo ayer ante la Comisión de Hacienda del Senado de la República.

En su comparecencia precisó que el mundo ha desarrollado un entorno en el cual el comercio se lleva a cabo de una manera muy abierta y libre, y muchas veces estas medidas proteccionistas pueden tener efectos no siempre muy claros y muy anticipados; sin embargo, ello puede tener consecuencias adversas de lado del consumidor y de la productividad.

Explicó que en los países del Grupo de los Veinte (G-20) se mencionó que hay gran preocupación por la retórica que se ha venido pronunciando, ya que si bien no son muy claros los efectos de estas medidas, sí pueden tener impactos adversos para el consumidor y la productividad.

Además, reconoció que es una realidad que la economía mexicana ha mostrado una importante reducción en las fuentes de financiamiento externas; no obstante, la política monetaria ha ayudado a que esto se haga de manera ordenada.

Abundó que la economía mexicana ha estado impactada por un entorno complejo, de choques e incertidumbre, pero pese a ello, la tenencia de bonos en manos de extranjeros no sólo se ha mantenido, sino que en el margen se ha incrementado.

Ajeno a huracanes políticos. Por otra parte, Díaz de León indicó que ante “huracanes y vaivenes políticos”, la autonomía del instituto central es fundamental, pues las designaciones de los miembros del organismo central se dan en plazos diferentes.

Esto se refleja en su gobierno corporativo y en una designación de los miembros de la junta de gobierno en plazos ajenos a ciclos políticos, por lo que mencionó que la institución se ceñirá a su mandato, que es contribuir a una inflación baja y estable, con la obligación de trabajar con el gobierno que la ciudadanía elija.

“Todo este diseño a lo que empuja es a darle un horizonte de largo plazo ajeno a los ciclos políticos, no ajeno a la realidad nacional; la realidad nacional tendremos que verla y enfrentarla y nosotros ceñirnos a nuestro mandato y al cumplimiento del mismo”, añadió.

Dejó claro que ante el próximo proceso presidencial, la obligación del Banxico será trabajar de manera constructiva con quien la ciudadanía elija, y a concentrarse el cumplimiento de su mandado, que es mantener la inflación baja y estable, con lo cual puede contribuir de manera decisiva al bienestar de la población, subrayó el banquero central.

“Somos ajenos a esa dinámica nacional, somos muy respetuosos de las instituciones que tienen que declarar y anunciar quién será el próximo Presidente de la República, y nosotros vamos a ser un banco central que trabaje con quien sea electo por los mexicanos y con quien será el próximo Presidente de este país”, agregó.

Díaz de León insistió en la neutralidad del Banco de México y aseguró que reconocerá lo que las autoridades correspondientes determinen en cuanto al resultado del proceso electoral del próximo 1 de julio, “la ciudadanía es la que debe hacer su evaluación y análisis”.

Sobre la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ratificó el escenario del banco central en cuanto a que se alcanzará un acuerdo entre las partes, “tenemos que ser pacientes y respetuosos de las diferentes instancias que están involucradas en este proceso”.

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