Paquete 2010 sólo resolverá el problema de corto plazo
El Financiero, P6-Finanzas
Clara Zepeda Hurtado
-* La propuesta fiscal del gobierno traerá más lastres a la actividad económica del país: analistas.
-*El PRI debe acordar si busca llegar a gobernar en 2012, dice Campuzano.
-* Riesgo de una burbuja de precios, con un aumento de impuestos y tarifas.
El paquete económico para 2010, trabajado quizá ya entre el gobierno federal y el PRI, que se entregará mañana al Congreso, solucionará el problema de corto plazo de las finanzas públicas, vía colgarle más lastres a la actividad económica mexicana.
Así lo prevé Rodolfo Campuzano Meza, director de Análisis de Invex Grupo Financiero, quien apuntó que difícilmente nuestro país se sacudirá del mismo problema que ya se ha vuelto recurrente en la última década: no salen las cuentas y el gobierno no puede constituirse en un efectivo impulsor de crecimiento.
Aunque la postura del PRI ha sido predecible al oponerse a aumentos a los impuestos en general, existe entre muchos inversionistas el reconocimiento de que el tricolor, junto con el partido de la presente administración, tienen incentivos reales para reforzar los ingresos públicos y sanear las finanzas del gobierno, pues los más afectados de los recortes al gasto son los estados y municipios, toda vez que no es conveniente mostrar una imagen de intransigencia de cara a una elección en tres años, aseveró el especialista económico.
Añadió que “los factores anteriores generaron la expectativa de que hay un acuerdo ya platicado entre el PRI y el gobierno, que a final de cuentas el problema de corto plazo de las finanzas públicas terminará resolviéndose favorablemente, lo cual refleja la preocupación inmediata de los mercados, que tiene que ver con una posible baja de la calificación a la deuda soberana y, quizás, con incrementos a precios de bienes públicos en una proporción que sería muy dañina para la inflación”.
Además, aseguró que no es factible pensar en que para el cierre del año no exista un proyecto de Ley de Ingresos y de Presupuesto de Egresos ya aprobado en el Congreso.
Sin embargo, el acuerdo entre el PRI y el gobierno no será realidad esta semana, pero el posible contenido de ese pacto debe generar preocupación.
Los acuerdos más factibles, describió Campuzano, apuntan a una mezcla de medidas como: recortes al gasto (con lo cual el PRI parece estar de acuerdo), aumentos de impuestos y el reconocimiento de un mayor déficit de carácter temporal.
“En el caso de los impuestos, se habla de incrementos a las tasas del IETU y del ISR, incluso para personas físicas; se rumora también de impuestos sobre productos y servicios a los bienes tradicionales -alcohol, cigarros y refrescos-, así como a nuevos -agua embotellada y telefonía celular, entre otros.”
Estas medidas serán el termómetro para canalizar de qué tamaño serían los aumentos a precios de la gasolina y el gas para cubrir el faltante de cerca de 300 mil millones de pesos.
Tapar el hoyo
De plantearse un acuerdo con estas características, “claramente impactarán a las empresas y personas, las pocas que pagan impuestos, y tendrán como consecuencia hacer más pesada la recuperación de la actividad económica hacia el año que viene, además de que pudieran, en su caso, generar una burbuja de precios”, sostuvo Invex.
Los verdaderos cambios implican un costo político muy grande, pues el saneamiento de las finanzas públicas no sólo es “tapar el hoyo” del presupuesto del año que viene, sino plantear cambios significativos en la dinámica del gasto y en el aumento de la base de personas que pagan impuestos, mediante “quitar exenciones, recortar beneficios y hacer que efectivamente paguen quienes ahora no lo hacen.
“Requiere también ejercer un gasto más eficiente, pero con la premura que hay y los incentivos perversos que rodean a los partidos, es muy entendible ser escéptico”, dijo.
Héctor Chávez, director de Análisis Económico de Santander, prevé que el paquete económico propondrá al Congreso revisar la eficiencia recaudatoria del régimen tributario actual, especialmente en lo referente a los impuestos al consumo (IVA e IEPS), así como los impuestos sobre la renta (ISR, IETU, IDE, etcétera), entre otros.