Ley del Impuesto Sobre la Renta 2012 – Texto y Comentarios
PRÓLOGO
El Instituto Mexicano de Contadores Públicos, A.C. (IMCP) ha declarado en diversos medios de comunicación, ante el Ejecutivo, las cámaras legislativas y los gobernadores de los estados, que las reformas fiscales para 2010 y 2011 no correspondieron a lo que nuestro país requería. Una vez más, alcanzamos una reforma “posible”; sin embargo, no se logró implementar la reforma hacendaria que México exige, ya que, como en décadas anteriores, quedaron temas pendientes en la materia.
El proceso de globalización que vive el país con motivo de su incorporación a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) nos demanda ser cada vez más competitivos y contar con reglas claras, específicas, duraderas y de fáciles cálculos como las que poseen nuestros competidores comerciales, lo que, a su vez, obliga a la consecución de un régimen fiscal adecuado a la modernidad de los países desarrollados.
Requerimos, además, un esquema fiscal que sea competitivo en el contexto internacional, lo que nos permitirá, por una parte, mantener los capitales mexicanos y, por la otra, atraer las inversiones extranjeras, así como generar más empleos y mayor recaudación. Además, es necesario dejar a un lado la recaudación de hidrocarburos como una parte importante del ingreso impositivo, en lugar de una capitalización ordenada de todo el sector.
Algunas de las reformas fiscales aprobadas para los ejercicios 2010 y 2011 están provocando que nuestro esquema fiscal sea todavía menos competitivo, porque:
- La mayoría de esas modificaciones tienen como objetivo primordial lograr una mayor recaudación tributaria, proveniente de 40% de los participantes en la actividad económica que se encuentran dentro de la economía formal, omitiendo reglas para combatir en forma importante al otro 60% que se encuentra impune en la informalidad.
- El incremento de dos puntos porcentuales de la tasa del impuesto sobre la renta, cuando la tasa promedio en los países integrantes de la OCDE es de 26%.
- El acotamiento del régimen de consolidación para efectos fiscales, con efectos “retroactivos”, el cual implica que los contribuyentes involucrados tengan que desembolsar de improviso, a partir de 2010 y años posteriores, cantidades importantes que no tenían contempladas.
- El mantener el IETU con sus modificaciones que lo hacen más “agresivo” y menos “complementario” del ISR, en unión a la Resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación –que lo declaró un impuesto diferente al ISR– pone en riesgo su acreditamiento en el extranjero.
- El esquema más agresivo de gravamen para los intereses que perciban las personas físicas, con lo que se “desincentiva” la repatriación de capitales que se pretendía fomentar con el Decreto recientemente emitido.
- El que no se excluya del mecanismo del IDE a la economía formal, dejándolo como un impuesto recaudatorio.
Por eso, el IMCP promueve y apoya una verdadera reforma fiscal integral como herramienta indispensable para avanzar hacia un desarrollo sustentable y crear las bases para alcanzar el crecimiento potencial que tiene el país, el cual debería ser superior a las actuales tasas de 3%.
Es claro nuestro objetivo de contar con una estructura de tributación adecuada y más competitiva a niveles internacionales, que pretenda avanzar en la búsqueda del equilibrio, en la distribución de cargas tributarias sin que en ningún momento se pretenda desequilibrar las finanzas públicas, sino que, por el contrario, estas deben fortalecerse para brindar mayor seguridad jurídica a los contribuyentes y establecer una simplificación y modernización en materia tributaria.
En el IMCP estamos convencidos de que, para dar cumplimiento a lo anterior, es urgente contar con un esquema fiscal que sea competitivo en el contexto internacional, por lo que consideramos que es indispensable incorporarlo a nuestro esquema, entre otros pendientes, para que:
- Se haga cumplir con el mandato constitucional de que TODOS los mexicanos contribuyamos para el gasto público.
- Se recargue la recaudación mucho más en los impuestos indirectos (IVA, IEPS, ecológicos, etcétera) y mucho menos en los impuestos directos como el ISR, se reduzca la tasa de 30%, se elimine el IETU y se establezca un impuesto mínimo complementario que sea de fácil cuantificación.
- Se eliminen los regímenes fiscales que no tengan una justificación social o económica.
- Las disposiciones fiscales cuenten con la permanencia necesaria y no se estén modificando con fines recaudatorios.
- Se federalicen los impuestos. Es urgente que los estados y municipios recauden sus propios impuestos, lo cual demostraría madurez tributaria.
- Se otorguen estímulos fiscales que promuevan únicamente la inversión y el empleo.
- Se simplifiquen las disposiciones fiscales y se fortalezca la seguridad jurídica.
- Se dote de independencia al SAT para que su actuación responda solo a criterios profesionales.
- Se implemente un IVA generalizado sin exenciones ni causación a la tasa de 0%, misma que desvirtúa la recaudación de beneficios moderados y fomenta la evasión, además de que su elevada tasa se presta para la negociación de su pago si se requiere el documento.
Quiero externar que la presente edición actualizada, incluye puntos de vista y criterios sobre el texto de la LISR 2012, su Reglamento y también sobre la Resolución Miscelánea Fiscal vigente, enfatizando acerca de las nuevas disposiciones, así como de aquellas que sin serlo, requieren de mayor análisis, debido a su importancia y complejidad.
La Comisión Fiscal, presidida por Héctor Villalobos González, integrante de la Vicepresidencia de Fiscal que encabeza Pedro Carreón Sierra, en la que participan los mejores y más destacados y actualizados fiscalistas, contadores públicos y abogados de nuestro país, tiene dentro de sus objetivos la misión de difundir el marco tributario de México.
Para dar cumplimiento a lo anterior, se presenta esta obra donde se analizan y comentan las distintas disposiciones de la LISR y el estudio de otras disposiciones relacionadas con cada tema, incluyendo diversos criterios, todo ello encaminado a servir de apoyo a todas las personas involucradas en la práctica fiscal cotidiana.
Es un deseo del IMCP que esta obra institucional se considere una herramienta de gran utilidad para aquellas personas cuyo ámbito de acción sea el aspecto tributario, por ejemplo, las cámaras legislativas, autoridades fiscales, universidades y profesionales dedicados a este sector, al igual que los investigadores, estudiantes, abogados y contribuyentes en general que, sin duda, podrán utilizar sus contenidos como una guía de consulta, entendimiento y aplicación de la norma tributaria.
C.P.C. José Luis Doñez Lucio
Presidente del Comité Ejecutivo Nacional 2011-2012
Instituto Mexicano de Contadores Públicos, A.C.