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Excelsior, Dinero

Lourdes Contreras

Las Administradoras de Fondos para el Retiro (afores) tienen una nueva cara.

Cambios en su regulación, flexibilidad en la forma de invertir los recursos de los trabajadores y los procesos de venta que se han dado entre algunas firmas, dan nuevos aires al sector.

Especialistas llaman a este proceso “modernización”, y está caracterizado por una mayor transparencia en la operación de los participantes y un aumento en la protección hacia los trabajadores. Como parte de dichos cambios se espera que, en breve, se dé un episodio más acentuado de consolidación.

Como parte del futuro previsible para el sector, se verán compras, ventas y fusiones entre algunas afores.

Esto es parte de las tendencias que traen las crisis. “Toda crisis invita a las empresas a replantear sus estrategias de negocio y las afores no se excluyen de esta tendencia”, considera Tonatiuh Rodríguez Gómez, director general de Afore XXI.

Este fenómeno ya comienza a verse: Grupo Financiero Banorte adquirió recientemente la cartera de la afore de Ixe y la de Ahorra Ahora de Monex, con lo que se colocó en el cuarto lugar de participación de mercado y aumentó su intervención de 9.01 por ciento a 9.95 por ciento.

Alejandro Valenzuela, director general del grupo dejó abierta la posibilidad de adquirir otra afore y manifestó que la firma que dirige tiene interés de aumentar su participación en este negocio.

Con estas operaciones, “el proceso ya inició y seguramente el sector seguirá en reestructuración. Veremos cambios y una reorganización en el tamaño de las afores que operan actualmente”, agrega Rodríguez.

Para Carlos Sámano, titular de la unidad de Administración Integral de Riesgo de Afore Bancomer, la consolidación de este sector no será producto de los problemas financieros de algunas firmas como sucede con otros sectores como el bancario (que se da entre instituciones de reciente creación) y el de sociedades financieras de objeto limitado (sofoles) o múltiple (sofomes), donde se espera la desaparición de algunas entidades.

No obstante, sus planes de negocio tendrán que pasar ciertas pruebas, considera Carlos González Tabares, subdirector de análisis y estrategia bursátil de Ixe Grupo Financiero. Y es que las autoridades financieras del país impulsaron en el último año políticas para aumentar la competencia entre afores.

A finales de 2008, se modificó la Ley del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) para otorgarle facultades a la Comisión Nacional de Ahorro para el Retiro (Consar) y que regulara la estructura de las comisiones de las siefores que operan en el país.

De esta forma, se aprobó una estructura de comisiones para 2009 en donde las afores que cobraron las mayores tarifas durante 2008 debían reducirlas a niveles más cercanos al promedio de sus competidoras.

De acuerdo con datos del Banco de México (Banxico), en lo que va de 2009 las comisiones sobre saldos autorizadas indican una reducción en promedio de 1.94 a 1.81 por ciento con respecto al año anterior.

“Esta medida incrementará a lo largo del tiempo el saldo de las cuentas de pensiones de los trabajadores”, según las expectativas del banco central.

Así, “al disminuir las comisiones que cobran las afores y volverse, por ende, un negocio menos atractivo, habrá inversionistas que decidan salirse del sector”, opina el especialista de BBVA Bancomer.

“Los altos costos de operación y las menores ganancias son un factor decisivo para seguir o dejar de lado el negocio de las afores”, menciona Rodríguez Gómez, de Afore XXI.

Y es que se espera que en los siguientes meses continúen las disminuciones en estos cobros.

Carlos Sámano explica que no hay una regla para saber con exactitud quiénes serán las que desaparezcan, se vendan o se fusionen, si las afores que pertenecen a grupos financieros o las que operan de manera independiente, actualmente.

Lo anterior, toda vez que las reglas y requerimientos operan de la misma manera para todas, con el mismo rigor y los mismos lineamientos, asegura el especialista. No obstante, “las afores que son una división de negocio de grupos financieros pueden aprovechar de una mejor manera las economías de escala entre las diferentes áreas de una institución”, agrega Tonatiuh Rodríguez.

El tamaño de los montos que administran las afores es un elemento de decisión también, aunque no es lo más importante.

“El tamaño sí importa. Pero lo relevante es la eficiencia y que las estrategias de inversión sirvan para aprovechar la flexibilidad del nuevo régimen”, explica Sámano.

Opina que la administración de los recursos de las afores deben traducirse en rendimientos para los trabajadores y en ganancias para los operadores.

Y es que para el especialista, como parte de la transparencia que impulsan actualmente las autoridades, será importante destacar entre las afores que más rendimientos pagan, porque de esta manera podrán atraer más trabajadores a una u otra afore.

Como resultado de todo esto, se espera que en los siguientes meses se den nuevos procesos de venta. Con los dos traspasos de cartera entre afores, actualmente existen en el mercado mexicano 16 firmas.

Sobre las posibilidades de inversión, Jorge Andrés Ocejo Moreno, presidente de la Comisión de Fomento Económico de la Cámara de Senadores, dijo que sólo podrán participar los ahorros de aquellos trabajadores que acepten tomar un mayor riesgo para obtener mejores rendimientos.

El legislador panista explicó que tales inversiones se podrán hacer mediante la siefores, pero que en el caso de que el trabajador prefiera mantener su dinero en una alternativa de renta fija no se podrán utilizar esos recursos para infraestructura.

La tormenta ya pasó

Durante 2008, las Sociedades de Inversión Especializadas en Fondos para el Retiro (siefores) obtuvieron los menores rendimientos de gestión desde su creación hace doce años.

De acuerdo con información del Banco de México, la minusvalía fue de 5.4 por ciento. Además, si se incorpora la comisión cobrada por el administrador conocida como “Índice de Rendimiento para el Conjunto de los Afiliados” (IRCA), la minusvalía en 2008 fue de 7.1 por ciento.

Según el banco central, las minusvalías presentadas del año pasado se han recuperado en su totalidad desde principios de junio de este año. “Lo peor ya quedó atrás”, considera Carlos González, quien asegura que este comportamiento negativo fue más tenue que el de los mercados financieros y las manifestaciones de daño en la economía real.

Por su parte, Tonatiuh Rodríguez, atribuye estos efectos “ligeros” a que el ahorro de los trabajadores se maneja con mucha prudencia.

La Consar, a través del régimen de inversión establece límites al valor en riesgo (VaR) y reglas de composición de cartera cuando los límites son excedidos.


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