El presupuesto propuesto para el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en 2014 es de 477 mil millones de pesos, monto 13 por ciento superior en términos nominales respecto a este año, informó su director general, José Antonio González Anaya.

En entrevista tras su participación en este destino de Sinaloa en la 90 Asamblea Convención Nacional de Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), aseguró que el Instituto hará el mejor uso de estos recursos y de la manera más eficiente posible.

El IMSS está trabajando, pero tiene que seguir avanzando porque hay mucha labor por hacer, ya que enfrenta rezagos que lo obligan a mejorar el servicio de una manera financieramente sostenible, argumentó.

Sobre la reciente reforma a la seguridad social, González Anaya apuntó que el IMSS tendrá la enorme responsabilidad de administrar la pensión universal y el seguro de desempleo aprobados por el Congreso a propuesta del Ejecutivo.

Resaltó que ahora todos los mexicanos tienen derecho a esta pensión universal y el seguro de desempleo en los siguientes años, independientemente de la condición que tengan, y “el IMSS está comprometido a administrarlos con eficacia y transparencia”.

Durante su exposición, el director general del IMSS reconoció que el organismo tiene instalaciones médicas en donde falta ampliar la cobertura, pues tiene 1.6 camas por cada mil usuarios, mientras que el promedio de los países de la OCDE es de 4.9.

De acuerdo con un reporte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), señaló, los gastos asociados a salud son mucho más altos que en el resto de países que integran este organismo, del cual México es miembro.

Comentó que el régimen pensionario de los trabajadores del IMSS tiene una carga importante para el Instituto, aunque destacó que el pasivo laboral ya no está al alza, pero el costo de transición tendrá que seguirse enfrentando por los siguientes 15 años.

No obstante, dijo, tiene una condición financiera que se ha deteriorado pues aunque hace algunos años tenía un superávit operativo, ahora el Instituto enfrenta un déficit operativo de cerca de 18 mil millones de pesos.

La estrategia a seguir al respecto tiene como objetivos mejorar la calidad de los servicios y sanear financieramente al IMSS, lo que incluye mejorar la productividad, transparencia en la administración de los recursos y fomentar el cumplimiento de las obligaciones de los trabajadores, de los contribuyentes y de los derechohabientes.

Para ello, expuso, hay que fortalecer los ingresos sin aumentar las tasas de contribución, lo que se logrará al mejorar la fiscalización, optimizar el proceso de atención de los juicios que enfrenta, corregir las primas que cobra por su seguro voluntario y ampliar la base gravable a través de la homologación de la base del IMSS y del SAT.

Esto permitirá fortalecer los ingresos sin aumentar las tasas de contribución, contener el crecimiento del gasto, mejorar los servicios informáticos para tener un mejor control de su ejercicio y demanda de servicios, así como contribuir a la universalización de los servicios de salud.

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