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El Universal, Cartera

Joaquín tiene un negocio dedicado a la venta de regalos y arreglos florales con distribución en todos los estados de la República, fundamentalmente en las principales capitales del país.

En su estrategia de negocios contempla la venta por internet y la facturación electrónica, mecanismo que le permitió ampliar el negocio y abarcar muchos más clientes en el país.

Anteriormente, el tiempo que tenía Joaquín para entregar facturas era de una semana, tiempo que se redujo a un promedio de cinco horas.

Para Joaquín, el uso de las facturas electrónicas le permitió reducir sus gastos en 90%.

Además tuvo ahorros en impresiones, horas-hombre, mensajería, recepción y otras tareas del negocio.

A partir de este año, las facturas electrónicas son una obligación para los contribuyentes en México.

Según el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y el Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), las pequeñas y medianas empresas que utilicen las facturas electrónicas tendrán una reducción de 85% a 90% en sus costos totales.

Francisco Macías Valadez, presidente del IMCP, expuso que en casos de éxito, las pymes que ya han migrado hacia este esquema de facturación tienen ahorros en impresiones, horas hombre, mensajería y recepción, entre otros.

El SAT agregó una simplificación de procesos administrativos, disminución de uso de papel, mejora en servicios a clientes, controles internos, seguridad y rapidez en emisión de los nuevos comprobantes fiscales.

Actualmente, una factura en papel cuesta alrededor de 160 pesos que se contabilizan desde la impresión hasta gastos administrativos, como es el almacenamiento por hasta cinco años, mientras el costo de una factura electrónica es de alrededor de 24 pesos, “un ahorro de 85%”, detalló el SAT.

¿Quién debe dar factura electrónica?

A partir del 1 de enero de 2011, todas las pequeñas y medianas empresas (pymes) que obtengan ingresos acumulables por encima de 4 millones de pesos al año deben expedir facturas electrónicas, según el SAT.

La autoridad precisó que los contribuyentes con ingresos menores de 4 millones de pesos al año pueden expedir comprobantes impresos con código de barras.

Para que las pymes puedan facturar electrónicamente o tengan la facultad de expedir comprobantes impresos con código de barras, es necesario que cuenten con la Firma Electrónica Avanzada (FIEL), la cual debe ser tramitada ante el SAT.

Al primer trimestre de este año, el brazo fiscalizador de la Secretaría de Hacienda contaba con más de 200 mil contribuyentes que habían solicitado folios con su respectivo Código de Barras. La autoridad fiscal planteó que posteriormente tendrán que obtener a través de la página electrónica del SAT, el certificado de sello digital, con el cual y a través de un sistema informático que sea propio o de un tercero, se podrá generar el archivo electrónico.

El SAT añadió que este archivo deberá ser enviado a un Proveedor Autorizado de Certificación (PAC), el cual validará el cumplimiento de requisitos, asignará el folio e incorporará el sello digital del SAT.

Al 14 de abril de 2011, el SAT contaba con 21 PAC autorizados que ofrecen una modalidad gratuita de sus servicios de facturas electrónicas

Protección de los datos

En el esquema de seguridad que brindan las facturas electrónicas, la información que proporcionan los contribuyentes está protegida en términos de la Ley Federal de Protección de Datos Personales en posesión de las firmas particulares que las emiten.

Además, agregó el SAT, hay una protección de términos contractuales, en donde el contribuyente puede establecer a través de contrato las penalidades que considere en caso de que el proveedor divulgue información contenida en los comprobantes que certifique.

El SAT agregó que los contribuyentes podrán utilizar las herramientas gratuitas que los proveedores deberán poner a disposición de ellos, las cuales pueden consultarse en la página de la autoridad fiscal mexicana.

Según la autoridad, los contribuyentes obligados, pueden utilizar las anteriores facturas impresas producidas hasta el 31 de diciembre de 2010, hasta que termine su vigencia de dos años.

“Se espera que para 2012 se emitan más de 4 mil 500 millones, lo que significará ahorros potenciales en eliminación de papel y almacenamiento por más de 579 mil millones de pesos para los contribuyentes, que representan 4.9% del PIB de 2009”, enfatizó Ortiz Mena, jefe del SAT.

El uso de la factura electrónica creció en 2010, más de 300% con relación a lo registrado el año anterior; al mes de marzo, en el país se habían emitido casi 240 millones de facturas electrónicas. Más de 233 mil contribuyentes optaron por este esquema.