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Excelsior, Dinero

Fernando Franco y Engge Chavarría

Es necesario revisar la política pública nacional a consecuencia de un incremento no previsto en la población del país, aseguró Dionisio Pérez-Jácome, subsecretario de Egresos.

Sin embargo, apuntó que no necesariamente implica modificar la estrategia del gobierno federal en lo relativo al desarrollo social, sino reforzar y optimizar los programas dirigidos a rubros como salud, educación y combate a la pobreza, entre otros.

Los resultados del gasto “sí ameritan que se analice si con los instrumentos que tenemos vamos a llegar a toda la población, incluyendo la adicional; sin embargo, no precisamente involucra un cambio de política social, sino continuar con el esfuerzo de hacer más con menos, de depurar nuestros programas, de eficientarlos para asegurar que el recurso público que tenemos llegue a todos los rincones del país”, comentó.

El Censo de Población y Vivienda 2010, que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), reveló que el número de habitantes que hay en la República Mexicana es mayor a lo previsto en 3.9 millones de personas. Así, al 12 de junio, existieron 112 millones 323 mil pobladores en el país. Ante ese panorama, el titular del INEGI, Eduardo Sojo, advirtió que los gobiernos federal, estatal y municipal tendrán que revaluar sus medidas de política pública del próximo año, particularmente aquella enfocada al bienestar social.

Al respecto, el funcionario insistió que sí se vuelve necesario estudiar las estrategias que el gobierno emplea para detonar el bienestar de los mexicanos; no obstante, acotó, los programas que demostraron ser efectivos no tienen por qué modificarse, por lo cual sólo se reforzarán para que mantengan o aumenten sus bondades a la población.

“Las dependencias lo que están haciendo es ver dónde están paradas, analizar cómo van a atender a toda la población y ver si ésta es hoy en día sujeta a la recepción de los programas sociales”, indicó.

Satisfecho con sus cuentas

En entrevista con Excélsior, Pérez-Jácome aseguró que 2010 fue un buen año en términos del gasto; sin embargo, “siempre quisiéramos hacer más”.

Sostuvo que el reto de 2011 es lograr el mayor crecimiento económico posible, y que éste se refleje en el bienestar de las familias mexicanas; no obstante, advirtió que no se puede pasar por alto el entorno a escala internacional, particularmente en Estados Unidos, el cual concentra cerca de 80 por ciento de las exportaciones nacionales.

En sus oficinas ubicadas en Constituyentes, el también consejero de Petróleos Mexicanos (Pemex), calificó el Presupuesto de Egresos de la Federación 2011 como “equilibrado”, ya que atiende la demanda social, económica y también el tema de la seguridad, un asunto por demás importante para el país en este momento.

“Se logró un muy buen presupuesto, con asignaciones muy importantes basadas en la medición de la calidad en todos los rubros donde fue posible”, sostuvo.

El gasto corriente, es decir, aquel enfocado a pagar los salarios de los empleados del gobierno federal, así como subsidios y pensiones, registrará un crecimiento de 0.9 por ciento en 2011, respecto a este año, aún cuando uno de los objetivos de la actual administración es apretarse el cinturón en rubros operativos.

Al respecto, Pérez-Jácome indicó que un incremento en el gasto corriente per se “no es malo”, ya que la mayor parte de éste se dirige a sectores que benefician a la sociedad.

“Cuando observamos los egresos en su totalidad, vemos que el gasto corriente en 2011 tiene un incremento; sin embargo, si analizamos al interior se ve que en realidad está bajando el de operación, se mantiene el de servicios personales y sube el destinado a subsidios y pensiones. Esa situación nos dice que vamos en la dirección correcta para favorecer a la población”, indicó.

2011, año de austeridad

Notablemente satisfecho con los resultados, el funcionario aseguró que el gobierno federal mantiene una política de austeridad del gasto firme, la cual continuará en los próximos dos años.

Recordó que hace tres años se firmó el compromiso de reducir en 20 por ciento los egresos de operación y administrativos, un promedio de cuatro por ciento anual, a lo cual se sumó el Programa Nacional de Reducción del Gasto (PNRG), una estrategia trianual que busca generar ahorros por 40 mil 100 millones de pesos.

Hasta antes de la aprobación del presupuesto, refirió, se contabilizaron ahorros por 136 mil millones de pesos y “vamos por más”. Señaló que en el PEF de 2011 se están “internalizando” 25 mil millones de pesos.

Confió que el PNRG superará la meta trazada al final del sexenio de Felipe Calderón, no obstante, declinó dar mayores detalles de sus previsiones.

Para lograrlo, el gobierno federal no autorizará incrementos salariales de ninguna especie para mandos medios y superiores, así como para personal de enlace, no procederá la adquisición de inmuebles, ni nuevos arrendamientos para oficinas públicas, así como mobiliario para éstas, no se aceptarán erogaciones para remodelación de oficinas públicas, ni se dará luz verde para la adquisición de vehículos, salvo aquellos que resulten indispensables, entre otras medidas.

El funcionario anticipó que entre los planes del gobierno federal no está continuar con la estrategia de eliminar dependencias administrativas.

En 2009, la actual administración propuso la desaparición de las secretarías de Turismo, Reforma Agraria y de la Función Pública, lo cual generaría un ahorro de 14 mil millones de pesos entre este y el próximo año.

“Nosotros teníamos un plan muy ambicioso de reducir el número de instituciones poco productivas, pero simplemente no les gustó la idea.”