El rediseño del gasto público de 2016 podría implicar un recorte de entre 70 mil y 250 mil millones de pesos, debido a un escenario económico más complejo en el que no habrá coberturas petroleras y al que habría que sumar los efectos que generará un entorno de mayores tasas de interés, advirtieron especialistas.

Y es que para el próximo año se espera un escenario económico complejo, en el que prevalecerá la incertidumbre en los mercados financieros internacionales y habrá menores ingresos públicos, de acuerdo con lo que comentó en entrevista con EL UNIVERSAL este lunes el secretario de Hacienda, Luis Videgaray.

Al respecto, el coordinador parlamentario del PAN, Ricardo Anaya, dijo que el partido celebra que el gobierno federal reconozca el problema económico que vive México.

“Nosotros celebramos el que se esté reconociendo el problema, que se reconozca que la economía está cada vez peor, que las familias mexicanas la están pasando muy mal”, expuso el legislador.

“Lo que ahora pedimos es que no sólo se reconozca el problema, sino que se abrace la solución. Que se entienda que la solución es una contrarreforma fiscal”, apuntó.

En conferencia, el panista anotó que “si queremos que se reactive la economía nacional necesitamos votar una contrarreforma fiscal, bajar el IVA, bajar el Impuesto Sobre la Renta y bajar el precio de las gasolinas”, asentó.

Al respecto, el presidente de la Comisión de Análisis Económico del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), Ernesto O’Farril, advirtió que es muy probable que el ajuste presupuestal sea superior al recorte aplicado en enero pasado, de 124 mil 300 millones de pesos.

Explicó que el cálculo de entre 200 mil y 250 mil millones de pesos sería en caso de que el alza en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco de México sea gradual.

“Es probable un mayor recorte del gasto público respecto al que vimos en 2015. Calculamos que puede ir de 200 mil a 250 mil millones de pesos, es decir, entre 1% y 1.4% del PIB, esto en un escenario donde el alza de las tasas de interés se dé gradualmente”, dijo.

Indicó que la revisión que hará el gobierno federal al gasto público se debe acompañar de una política fiscal más amigable, de forma que se fomenten el empleo y la inversión

Inercia presupuestal. Aníbal Gutiérrez, profesor de la facultad de Economía de la UNAM, destacó que en el mejor de los casos el ajuste al presupuesto del próximo año podría ser de entre 0.3% y 0.4% del PIB (alrededor de 70 mil mdp) y con un efecto en el crecimiento económico.

Tomando en cuenta el recorte preventivo de 0.7% del PIB para este año, se podría esperar otro recorte adicional, estimó el especialista.

Aunque dependerá de hasta qué punto se rompen las inercias presupuestales, por ejemplo en educación y salud, que figuran entre las partidas más grandes, con 305 mil mdp y 135 mil mdp, respectivamente.

“Lo que es una realidad es que en 2016 vamos a enfrentar un menor gasto público, va a haber un reacomodo en el gasto, con el simple hecho de que el presupuesto va a ser base cero, es decir, sin déficit”, comentó Luis Adrián Muñiz, analista de Vector Casa de Bolsa .

Ello tendrá implicaciones sobre el crecimiento económico, porque los precios del petróleo no volverán por arriba de 70 dólares en los próximos meses, subrayó.

El ajuste al gasto tendrá un costo sobre el PIB, con un modesto incremento de 2.5%, manifestó Adrián Muñiz.

Si a esto se le suma que la producción de petróleo viene a la baja, ya que no se ve una recuperación en el corto plazo, el escenario es más complejo.

Cuando se hizo el actual esquema de política económica, los futuros del crudo para 2018-2020 se ubicaban en 88 dólares el barril; hoy están en 44 dólares, es decir, a la mitad de lo que se esperaba inicialmente, cuando los ingresos petroleros significan un 30% de los ingresos públicos, advirtió Aníbal Gutierrez.

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