La apretada agenda legislativa no debe representar un obstáculo para el análisis y aprobación en este periodo de sesiones de la Reforma Energética, toda vez que el retraso y “congelamiento” que han sufrido otras iniciativas en la misma materia han contribuido para que Petróleos Mexicanos (Pemex) “no se dé abasto con la demanda” de combustibles y se tenga que importar 49 por ciento de la gasolina que se consume en el país.

En este sentido, el Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP) afirmó que el país necesita que senadores y diputados garanticen que la discusión de la iniciativa energética se llevará a cabo en forma seria y responsable para que no se convierta en “en un dogma”, donde cada una de las fracciones parlamentarias defienda su postura sin escuchar a sus contrapartes.

Y lo anterior, argumentó el presidente del organismo, Carlos Cárdenas Guzmán, cuando el país enfrenta importantes rezagos en materia energética, pues refirió que debido al actual marco legal que opera en México, mientras que este año se autorizaron en Estados Unidos (principalmente en el estado de Texas), nueve mil 100 pozos para extraer petróleo y gas, en territorio mexicano, “simplemente al otro lado de la frontera”, solo se autorizaron tres.

“La discusión sobre la Reforma Energética no se debe convertir en un acto de fe, en un dogma, donde cada una de las partes defiende su punto de vista sin tomar en cuenta los otros y, sobre todo, sin tomar en cuenta los datos duros, los hechos, y la opinión de los especialistas; pedimos a la clase política nacional retomar el espíritu del Pacto por México y actuar realmente de acuerdo a lo que más conviene a nuestro país en el corto, mediano y largo plazo”, afirmó.

En cuanto a la propuesta de permitir la contribución de capital privado en el sector energético, el directivo recordó que México tiene los mecanismos jurídicos y financieros para permitir la participación privada minoritaria en petróleo, electricidad, gas natural o en cualquier otra industria, por lo que aseguró enfático que no es correcto afirmar que abrir el petróleo a la inversión privada signifique en automático vender el patrimonio nacional o que los extranjeros terminen por adueñarse de esos recursos.

“Tenemos que reconocer que México y el mundo han cambiado desde 1938; sería un error pretender que los que nos funcionó entonces siga siendo vigente 75 años después; no debemos ser víctimas de nuestra propia historia ni dejar que el pasado nos impida diseñar y construir nuestro futuro”, afirmó.

En ese contexto, agregó que actualmente México importa 49 por ciento de la gasolina y 33 por ciento del gas que se consume en el país, lo que contribuye a que las tarifas eléctricas sean 25 por ciento más caras que en Estados Unidos, a pesar de estar altamente subsidiadas.

“Debemos reconocer que la situación actual en materia de energía está muy distante de lo que nuestro país merece; cada vez invertimos más en Pemex y producimos menos petróleo”, afirmó.

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