“Estamos al borde de una recesión generalizada”
El Economista, PP
Yolanda Morales
El presidente Felipe Calderón llamó ayer a los mandatarios de América Latina a mantener la actividad económica y cuidar los empleos en la región pues “estamos al borde de una recesión generalizada”. En el marco de la XXXVI Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur aseguró que las medidas que se tomen para enfrentar la crisis mundial deben ir enfocadas a aumentar los flujos de comercio y generar condiciones para atraer inversiones productivas.
Ante sus homólogos de la región, el Mandatario recordó que en diversos foros en los que han coincidido, como en el G-20 en Washington, ha planteado opciones, por ejemplo, que los gobiernos impulsen una política contracíclica. “Hay que hacer una reforma profunda a los sistemas financieros nacionales e internacionales (…) la falla estructural del mercado derrumbó el mito de la autorregulación y de la mano invisible en mercados financieros, y se requiere una era de una regulación más precisa y mucho más eficaz”, dijo.
Planteó renovar los procesos de integración económica. “Claramente, la salida no puede ser cerrar las fronteras, la salida para la situación económica es, precisamente, abrir y abrir aún más la capacidad de integración económica y comercial”. Por ello, consideró incorrecto el resurgimiento del proteccionismo, tanto en naciones desarrolladas como en vías de desarrollo.
“Tenemos que hacer un gran esfuerzo en Latinoamérica para mantener la actividad económica, para mantener los flujos de comercio, si es posible aumentarlos y desde luego, el objetivo central, cuidar las fuentes de empleo”, dijo. En tanto, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estimó que será hasta el 2010 cuando México registre un crecimiento superior a 1.0 por ciento.
Así lo explicó la economista del organismo para México, Piritta Sorsa, quien detalló que los planes de estímulo económico, que ha puesto en marcha el gobierno federal en los últimos meses, compensarán sólo temporalmente la desaceleración de la demanda interna. En el corto plazo, el país sufrirá la restricción del capital hacia los mercados emergentes, producto de la crisis financiera internacional, lo que afectará mayormente a la actividad industrial y mantendrá bajo presión al tipo de cambio.