Inversión en TI
DynaWare
El otro día escuché a un buen amigo decir que “si Bill Gates hubiera nacido en México, sería un ilustre desconocido”. Me quedé perplejo. Una vez que mi sorpresa dio paso al análisis racional, comprendí la veracidad de sus palabras. De entrada su nombre sería algo así como Memo Puertas y su producto se llamaría “Ventanas”. Muy romántico. Seguro que el “Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Construcción de Orificios para la Ventilación de Inmuebles de la República Mexicana” hubiera entrado en acción inmediata, exigiéndole al creador de tal producto la contratación exclusiva de sus “agremiados”. Después de cumplir con la tramitología necesaria y enfrentar a la burocracia, estaría listo para comercializar su producto. ¿Cuántas licencias lograría vender? Seguramente muy pocas. ¿Cuánto tardarían en decidirle? Una eternidad. ¿Cuándo lograría cobrarlas? Mmm…
En esto hay tres grandes problemas combinados. Por una parte la poca importancia que le damos en las empresas a invertir, particularmente en tecnologías de información. Por otra, nuestra natural inclinación a postergar las indecisiones junto con el trabajo que nos cuesta decir simplemente que NO. Y finalmente una falta de confianza entre las partes profundamente enraizada. Hablemos de las inversiones en TI.
Hace 25 años Corea del Sur y México eran dos economías muy parecidas. Pensar en una marca de autos coreana sonaba tan extraño para los coreanos, como en ese tiempo para nosotros pensar en una marca nacional. Hoy ese país cuenta con 4 marcas de autos, dos de ellas con presencia mundial. En México la idea sigue sonando bizarra. ¿Qué hicieron los coreanos que no hicimos los mexicanos? Sabían que para vivir mejor tenían que generar riqueza y luego repartirla. Entonces, se pusieron de acuerdo. Cada quien se puso a hacer lo que le correspondía. Los empresarios a invertir, el gobierno a facilitar, los trabajadores a lo suyo y la sociedad a mantener la cohesión entre las partes.
Desde el inicio identificaron a las Tecnologías de Información como un detonador estratégico del desarrollo debido a su impacto en la productividad y la competitividad de las empresas, así que decidieron enfocar sus esfuerzos en el fortalecimiento de este rubro. Por más de 20 años han invertido consistentemente el 7% de su PIB anual en TI, muy por arriba del 4.3% promedio mundial. En México alcanzamos nuestro máximo histórico el año pasado, cuando invertimos cerca del 1.4%. Para poner las cosas en contexto, el promedio de América Latina fue del 2.4% en el mismo periodo. No nos debería sorprender que otras economías nos ganen en mercados que algún día fueron nuestros. Nos estamos dejando ganar.
Ante esta situación, seguro que Memo Puertas no hubiera llegado muy lejos con sus “Ventanas”. Sin importar la calidad y funcionalidad de su producto, sus clientes potenciales sucumbirían ante “ofertas” de menor precio y todavía menor funcionalidad. Además, habría que sumarle, o restarle para el caso, el “factor Malinche”, gracias al cual muchos de los clientes potenciales elegirían un software creado en Estados Unidos, Europa o hasta en Centroamérica por el simple hecho de ser extranjero, que unas “ventanitas” de factura nacional.
En DynaWare no hacemos ventanas, creamos la más avanzada tecnología para la operación de las empresas. Necesitamos ser dos veces mejores que nuestra competencia para ganarles, y lo hemos logrado. No importa si cuesta más trabajo, la satisfacción es mucho mayor.