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El Universal, P10-Finanzas

José Manuel Arteaga

El impuesto a las ventas estatales no tiene futuro en la reforma fiscal que prepara la Secretaría de Hacienda, por lo que la autoridad debe descartarlo, consideró Herbert Bettinger, fiscalista del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).

Agregó que un impuesto a las ventas como el que pretendían en el pasado los gobernadores generaría un caos fiscal en el país y afectaría la actividad económica. “Lo que ellos piden es un impuesto estatal a las ventas y dejar el IVA a la Federación. Eso va a generar un verdadero caos y va a encarecer. No creo que sea un punto de lanza para la economía”, dijo el fiscalista.

Expuso que se tendrían que hacer cuentas para determinar las tasas que podrían establecer cada uno de los estados, aunque podría ser homogénea

Bettinger dijo que un impuesto estatal a las ventas con tasa de 6% a 8% sería problema, pues no todos los estados son ricos.

En la Convención Hacendaria realizada en Querétaro, en la pasada administración federal, la intención de los gobernadores es que les dieran mayores potestades tributarias por medio de un impuesto a las ventas. Otra opción que han puestos los estados sobre la mesa es la de que les den la posibilidad de amparos directos en tribunales estatales.

Bettinger dijo que los estados buscarían una tasa homogénea. Añadió que en la actualidad no se debería pensar en un impuesto estatal a las ventas.

Para Víctor Keller, vicepresidente del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), planear un impuesto a las ventas sería una forma de desmadejar el federalismo en cuestión de impuestos. “Obviamente todos los impuestos van a la Federación y de ahí se desparraman”, expuso el contador. Si existiera un impuesto a las ventas, debería ser un complemento para que todos los estados fueran más equitativos, sostuvo.

“No sería lo mismo cobrar un IVA estatal en Nuevo León o la ciudad de México a uno en Oaxaca o Chiapas”, dijo Keller.

Estados con más percepción, con más ventas e ingresos como Nuevo León y Jalisco no se comparan con Guerrero, Oaxaca o Chiapas, los cuales necesitarán subsidio federal, manifestó.

“Eso sería lo adecuado para no hacer más grande la brecha entre estados pobres y ricos”, argumentó Keller.