Fiscoactualidades Num. 92: Productos Financieros Derivados ¿Qué Son? ¿Cuál es su Régimen Fiscal?
El hablar de operaciones financieras derivadas (OFD) a veces resulta un tema asociado a operaciones sofisticadas, que para algunos representan transacciones que sólo son realizadas por casas de bolsa, bancos y cualquier otro intermediario financiero. Asimismo, se tiene la idea que conllevan un riesgo alto e implican un profundo nivel de especialización, situación por la cual los productos derivados en la mayoría de las entidades no tienen cabida dentro de sus estrategias para cubrir riesgos y menos aún, como estrategias de inversión.
Al igual que el Mercado de dinero (representado por títulos tales como papel comercial, papel bancario y papel gubernamental, entre otros) y el Mercado de capitales (representado por obligaciones, acciones, entre otros) que tienen funciones tan específicas como son: i) Primaria, dar financiamiento a las empresas. ii) Secundaria, herramienta de especulación.
Los derivados pretenden cumplir con funciones que van desde, asegurar precios futuros (ante situaciones o mercados altamente variables), así como el de neutralizar riesgos derivados de variaciones en tipos de cambio, tasas de interés entre otros, a costos relativamente menores a los que se incurrirían de tener los activos que se pretenden cubrir.
Se denominan como productos derivados todos aquellos instrumentos cuyo valor depende del precio o cotización del instrumento empleado como valor de referencia.
Se denomina productos derivados a una familia o conjunto de instrumentos financieros, cuya principal característica es que están vinculados a un valor subyacente o de referencia.
De las definiciones anteriores se puede concluir que los productos derivados siempre están referidos a un activo, en consecuencia su valor está intrínsecamente relacionado con el valor que dicho activo tenga en el mercado.