El riesgo del endeudamiento de EU
Escrito por Steve Hargreaves
jueves, 26 de febrero de 2009
El gobierno estadounidense ha emitido mucha deuda para pagar por su programa de rescate financiero; si nadie la compra ocasionaría el aumento de las tasas de interés y aumentaría el pago por préstamos.
Para pagar por el plan de estímulo masivo, el rescate financiero de los bancos y otros gastos, el gobierno asume una cantidad récord de deuda expedida en forma de bonos gubernamentales. Si nadie la compra, esa deuda podría ocasionar el incremento de las tasas de interés y aumentar lo que pagas por préstamos para casas, carros y tarjetas de crédito.
En la actualidad, el gobierno tiene pocos problemas para encontrar compradores para su deuda y otros activos como bienes raíces. Las acciones y bonos gubernamentales corporativos o extranjeros parecen apuestas más arriesgadas.
Pero si la economía mejora, como muchos esperan que lo haga a fines de año, el temor es que los inversionistas ya no quieran la deuda del gobierno estadounidense.
Agobiados por los altos gastos y menores ingresos fiscales, algunos podrían ver el invertir en el gobierno estadounidense como un mayor riesgo.
“Nunca, jamás hemos tratado de vender tanta deuda antes”, dice Rudy Penner, un socio veterano del Urban Insititute y ex director de la Oficina de Presupuesto del Congreso. “Espero que alguien esté dispuesto a comprarla”.
No es que los Estados Unidos tengan tanta deuda en este momento. Hoy por hoy, la deuda externa gubernamental -que no incluye el dinero que el gobierno se presta a sí mismo de programas como la Seguridad Social- se eleva a alrededor del 40% del producto interno bruto de la nación (PIB).
Eso no está tan mal, relativamente hablando. Algunos países europeos tienen índices de deuda del 100% del PIB, y el de Japón es de casi el 200%.
Pero gracias a todos los nuevos préstamos, se prevé que la deuda externa de los Estados Unidos se eleve a más del 60% del PIB en sólo dos años, de acuerdo con Moody’s, una agencia calificadora de crédito.
Es un gran salto para un periodo tan corto, por eso es que la gente está tan nerviosa.
“Es un aumento gigantesco”, dijo Penner, “estamos arrasando con los récords”.
Si no hay suficientes inversionistas para comprar los bonos -inversionistas de fondos de pensiones, compañías aseguradoras, fondos de inversión, gobiernos extranjeros, o cualquier otro que compre los valores de renta fija- entonces su precio caerá y los intereses aumentarán.
Los rendimientos de los bonos, en especial aquellos de las notas a 10 años, son el principal factor que determina las tasas de interés para las casas, autos y tarjetas de crédito, entre otras cosas.
“Hay una preocupación en el mercado de que el gobierno no podrá vender la deuda a tasas razonables”, dijo Sean Egan, director de la agencia calificadora de crédito Egan-Jones Rating Co. “En última instancia eso significaría un aumento en las tasas de interés, niveles de vida más bajos y todo lo demás”.
Es difícil decir cómo las altas tasas de interés podrían aumentar. Los rendimientos de los bonos, en especial de las notas a 10 años, son en la actualidad menores al 3%, lo que es bastante bajo.
Pero algunos expertos han dicho que es posible que se dupliquen. Eso podría enviar las tasas de interés hipotecarias de un préstamo de vivienda con pagos fijos a 30 años de sólo un poco más del 5% a más del 8%.
Manteniendo a la inflación bajo control
Otros expertos dicen que hay poca probabilidad de que eso pase.
Para empezar, ven pocas razones para que el interés de los inversionistas en los bonos estadounidenses se agote pronto, ya que muchas economías alrededor del mundo se tambalean tanto o más que la estadounidense.
“El suministro sólo importa en un mercado de bonos bajista”, dijo Anthony Crescenzy, jefe estratega del mercado de bonos en Miller Tabak & Co., una correduría institucional. “Y éste no lo es”.
Segundo, si el rendimiento aumentara, eso podría significar una cosa: Los inversionistas vuelan en bandada hacia otros activos porque la economía mundial mejora. Eso, en el último de los casos, podría valer cualquier incremento en las tasas de interés.
Y si la inflación permanece bajo control -como ha estado durante los últimos meses y es probable que siga en un futuro cercano a juzgar por la liquidación de los precios de los productos básicos- eso dejaría a la Reserva Federal libre para mantener su tasa de interés baja.
“A corto plazo, los riesgos de inflación son nulos”, dijo John Lonski, economista en jefe de Moody’s Analytics. “Es probable que los temores de un aumento (en las tasas de interés) prueben ser exagerados”.
Fuente: CNNExpansion.com