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Enrique Duarte

El Gobierno debería plantear otros estímulos fiscales y económicos para las empresas, mencionan; entre ellos se debería discutir si se mantiene el IETU o ISR, como único gravamen empresarial.

El Gobierno mexicano debería implementar apoyos adicionales para contrarrestar los efectos económicos negativos de la influenza humana, después de que algunas empresas sufrieron una disminución en sus ingresos, coincidieron expertos.

A inicios de mes, las autoridades lanzaron una serie de apoyos fiscales y créditos adicionales para los negocios afectados.

Para evitar una propagación del virus de la influenza A/H1N1, tanto el Gobierno federal como los estatales, suspendieron actividades laborales no esenciales. Esto ocasionó pérdidas para distintos sectores.

Restaurantes, cines, teatros y otros negocios de esparcimiento tuvieron grandes pérdidas en la aplicación de la medida sanitaria.

Sectores como el turismo, aviación, negocios porcícolas, entre otros, “sufrieron” efectos secundarios, por temores de contagio de sus clientes.

“No debemos olvidar que encima de la contingencia sanitaria que estamos atravesando, el país sigue inmerso en una crisis financiera sin precedentes, razón por la cual resulta indispensable fijar acciones de fondo que apoyen a las empresas para reactivar sus economías”, dijeron los socios a cargo de la Práctica de Impuestos de la consultoría KPMG, Agustín Vargas y Alejandro Aceves.

Los expertos recomendaron que se discuta una nueva reforma fiscal que permita ampliar la base de los contribuyentes cautivos, y no un incremento en la carga tributaria, al tiempo que se disminuya la alta dependencia de las remesas y los ingresos petroleros.

Actualmente en México hay unos 24 millones 76,000 contribuyentes, quienes recaudan el 17.5% con respecto al Producto Interno Bruto, el porcentaje más bajo con respecto a los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), según datos del Servicio de Administración Tributaria.

“Es ineludible revisar la conveniencia de mantener ya sea el Impuesto Sobre la Renta (ISR) o el Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU) como un único gravamen, a fin de definir la existencia de un solo impuesto corporativo que dé certeza a los contribuyentes y simplifique la gestión fiscal”, mencionaron los expertos de KPMG.

La tasa del IETU, un impuesto complementario al ISR, subió a 17% para este año, desde el 16.5% que se cobró en 2008, año de inicio del gravamen.

Por su parte, expertos del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE), sugirieron otras medidas adicionales a las planteadas por el gobierno:

-Hacer mantenimiento mayor de obra pública, en todas las entidades federativas.

-Acelerar el fondeo para construir vivienda popular, aunque sea para renta en vez de venta, con los créditos puentes necesarios.

-Iniciar el desarrollo de caminos y carreteras, pagando los anticipos y los avances de obra, asignando de preferencia los contratos a empresas locales o regionales. Todo lo que sea posible construir, hacerlo en 2009.

-Hacer paquetes turísticos para que los compren las empresas para sus empleados, otorgándoles vacaciones y todos los gastos pagados, a los lugares destinos más importantes del país, con subsidio del gobierno del 80%. Se haría efectivo a partir de que terminara la contingencia epidemiológica, manteniéndose hasta el momento de recuperar el Turismo Internacional que se ha perdido.

-Otras medidas donde el gasto público actúe de inmediato como “comprador final”, adquiriendo temporalmente productos y servicios nacionales ociosos, “jalando” así la cadena productiva.

-Afrontar esos gastos, con un crédito excepcional del Banco de México a largo plazo a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (a pagar a 15 años con 2 años de gracia, el 2010 y 2011) en pesos, considerando que no generaría inflación porque compensaría el ingreso que México ha dejado de recibir del exterior y por la capacidad que le da su reducida deuda pública total de 26% del PIB, comparada con 73% de Estados Unidos, 72% de Francia, 65% de Alemania, 63% de Canadá), oportunidad a aprovechar a favor del empleo nacional en estos momentos críticos .

“El Gobierno debe seguir adelante pensando qué más se puede hacer al respecto sin perder la perspectiva de mediano y largo plazo, pero también los directores de empresa deben ser especialmente conscientes de la necesidad de ser protagonistas, más que espectadores, ante situaciones de adversidad con un sentido de responsabilidad social y a favor del empleo”, dijeron los expertos del IPADE.

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