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El Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) que se cobra a productos como cigarros bebidas alcohólicas, cervezas, bebidas energizantes, y con la reforma fiscal a bebidas saborizadas y alimentos con alto contenido calórico, o chatarra, crece a tal velocidad que representa cerca de 75 por ciento de lo que se estima podría recaudarse gravando con IVA a alimentos y medicinas.

En 2014, el IEPS no petrolero sumó 124 mil 16 millones de pesos, es decir, 74.7 por ciento de los 166 mil 24 millones de pesos que se estima se habría recaudado ese año de gravar con IVA a medicinas y alimentos, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

De acuerdo con el presupuesto de gastos fiscales de Hacienda, en la actualidad lo que se podría recaudar de IVA a alimentos y bebidasrepresenta 0.9665 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Mientras que en el sexenio de Vicente Fox, cuando se planteó la posibilidad de generalizar el cobro del IVA en 15 por ciento, se estimaba una recaudación de 1.2 por ciento del PIB por este concepto.
En tanto, por IEPS no petrolero en la actualidad ya se recauda 0.7 por ciento del PIB.

De enero a junio de 2015 se recaudaron 77 mil 532 millones de pesos por IEPS no petrolero, que representa 44 por ciento de los 175 mil 710 millones de pesos que se estima se recaudaría por IVA a alimentos y medicinas en todo el año.

En la última década, el IEPS no petrolero registra un crecimiento promedio anual real de 10.11 por ciento, superior al ritmo promedio de la tributación total, de 3.95 por ciento en el mismo periodo. Para 2018 se estima que la recaudación del IEPS no petrolero supere los 145 mil millones de pesos, en 2025 los 218 mil millones de pesos, para llegar a finales de 2029 a 267 mil millones de pesos, con base en el Simulador Fiscal del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).

En la primera mitad de este año, los nuevos conceptos de IEPS comoalimentos chatarra y refrescos representaron ingresos por 21 mil 999 millones de pesos, de un total de 66 mil 79 millones de pesos. Sólo el rubro de bebidas creció 35.9 por ciento anual en ese periodo.

EMPUJE DE LA REFORMA

“Con la reforma hacendaria no se gravó con IVA a los alimentos ni las medicinas, pero el cobro de este impuesto indirecto (IEPS) en 2014 ha funcionado como un atisbo de gravar los alimentos, ya que inició con el cobro a los de alto contenido calórico como pan dulce, frituras y bebidas saborizadas como jugos”, expuso Ricardo Arellano, vicepresidente de la Comisión Fiscal del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP).

Previo a la reforma hacendaria de 2014, el IEPS distinto a las gasolinas se cobraba a los tabacos labrados, bebidas alcohólicas, cerveza, juegos y sorteos, telecomunicaciones y bebidas energizantes.

La adición de bebidas saborizadas, alimentos no básicos con alta densidad calórica, plaguicidas, combustibles fósiles y otros, dieron un empuje a la recaudación de este impuesto.

Previo a la reforma, en 2013 el IEPS no petrolero sumó 78 mil 572 millones de pesos, mientras que en 2014 llegó a 124 mil 16 millones de pesos, que representó un avance real anual de 52 por ciento, cuando el promedio anual real de 2004 a 2013 fue de 5.9 por ciento.

En tanto, la proporción de este IEPS en comparación con la tributación total pasó de 4.1 por ciento en 2004, a 6.9 por ciento en 2014.

“Cuando vemos el entorno global, observamos que muchos países, sobre todo europeos, han buscado un equilibrio en finanzas públicas apostando a los impuestos indirectos, haciendo genérico el IVA, generalizando la aplicación de impuestos”, dijo Agustín Vargas, socio líder de Impuestos Corporativos de KPMG.

Agregó que en contraparte contienen su Impuesto sobre la Renta y hasta reducen su tasa corporativa.

“Se observa la generalización del IVA, principalmente a medicinas y alimentos, es un tema complicado pero tiene soluciones, hay países que lo han logrado, no precisamente lo han generalizado en todos los productos, se pueden manejar tasas diferenciales y proteger sectores vulnerables”, anotó.

En Bélgica, por ejemplo hay un IVA general de 21 por ciento, pero hay tasas reducidas en alimentos, libros y productos farmacéuticos, con un gravamen de 6 por ciento.

En tanto en Brasil, se cobra a alimentos básicos el ICMS (impuesto sobre las transacciones relativas a la circulación de bienes), de 7 por ciento, tasa que también es baja con respecto al general que es de 17 por ciento, detalla el estudio Corporate and Indirect Tax Rate Survey 2014 de KPMG publicado en el segundo trimestre de 2015.

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