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Los efectos nocivos de la reforma fiscal en los contribuyentes y las empresas del país invitan a reflexionar al gobierno federal respecto de romper con el Acuerdo de Certidumbre Tributaria, ya que la legislación estancó la economía, aseguró Mario Nuño.

El presidente del Colegio de Contadores Públicos de Guadalajara (CCPG) argumentó que la economía enfrenta un proceso de desaceleración, el cual abre la puerta a modificar la reforma fiscal, debido a que afecta al empresariado mexicano.

“El pacto de certidumbre tributaria estancó la economía; ante las negociaciones del sector empresarial con las autoridades hacendarias se deja una ventana de que sí se puede cambiar el esquema fiscal, es necesario”, expresó.

Los contadores de Jalisco se suman así al Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), que la semana pasada planteó gravar con IVA a los alimentos y medicinas como una necesidad que se debe implementar en el país a pesar de que se perciba como desfavorable.

El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) también presentará a la autoridad 15 propuestas para modificar el marco fiscal para el próximo año, que buscarán el estímulo a la inversión, el ahorro y la productividad.

Durante un taller sobre temas fiscales y tributarios, Nuño aseveró que ante las negociaciones de la Iniciativa Privada, hoy sí es factible que se pudieran modificar al menos dos aspectos del marco fiscal vigente.

“Uno de los temas que más ha solicitado la Iniciativa Privada y que puede ser factible para ser modificado es la deducción inmediata de activos nuevos; ello provoca mayor consumo y se generarían mayores plazas de empleo”, indicó.

La presión del sector empresarial, opinó, podría lograr que también exista la posibilidad de modificar la deducción a 100% de los salarios y las prestaciones que se pagan a los trabajadores; son los dos aspectos que más podrían tener viabilidad.

Por su parte, Rodolfo Servín, presidente de la Comisión Fiscal del CCPG, admitió que será una lucha perdida —dentro de las negociaciones— el querer reducir la tasa del Impuesto Sobre la Renta en personas morales de 30 a 28 por ciento.

“El gobierno anunció que no habría cambios en el marco fiscal, así que todo puede pasar. Es momento de reflexionar”, dijo.

Impuesto al consumo, propuesta

El Colegio de Contadores Públicos de Guadalajara se suma a la lista de institutos y organismos que quieren contribuir con algunas propuestas para modificar la reforma fiscal, previo a la entrega del paquete económico del 2016.

Nuño destacó que (como tendencia mundial) la tasa corporativa del Impuesto Sobre la Renta se debe reducir entre 25 y 28%, además de impulsar un Impuesto al Valor Agregado (IVA) al consumo con una tasa fija entre 4 y 6 por ciento.

“En este sentido, cabría la posibilidad de que el sector informal pueda reducirse, porque finalmente todos consumiríamos productos y se pagaría un impuesto de forma indirecta”, insistió.

Como se ha mencionado en otras ocasiones, el CCPG se suma a los organismos que aseguran que con dichas modificaciones —en especial el gravar con IVA el consumo— elevaría la base de contribuyentes, con lo que las arcas federales obtendrían mayor recaudación.

“Es una tendencia mundial de recaudación que ha funcionado en los países desarrollados; se obtienen mayores recursos a través de impuestos indirectos con una tasa baja”, concluyó.

Finanzas públicas ya dejaron de depender del petróleo: analistas

Las finanzas públicas entraron en un periodo de despetrolización, mismo que se podría agudizar a lo largo del sexenio; para compensar este fenómeno se tendrán que generar mecanismos que incrementen –aún más– la recaudación de impuestos, advierten analistas.

Héctor Villarreal, director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), explicó que son tres factores los que provocaron que el gobierno dejara de depender, para bien o para mal, de los ingresos petroleros.

Uno de ellos, enlistó, es la caída en el precio del petróleo y aunque en el último mes muestra una ligera recuperación, el precio del barril de la mezcla mexicana de petróleo presenta un nivel promedio de 49 dólares por barril, 30 dólares por barril menor a lo previsto en la Ley de Ingresos del 2015.

Además, la menor producción en la plataforma petrolera y el incremento en el precio de la extracción del hidrocarburo, factores que en su opinión evidencian que “las finanzas públicas han dejado de depender del petróleo”.

Villarreal aceptó que esto es positivo para la economía mexicana porque ya es momento de que el gobierno federal se ponga a pensar en cómo generar un marco de mayor responsabilidad fiscal, que al mismo tiempo sea sostenible y benéfico para la economía.

En contraparte, declaró que no es positivo porque las autoridades no estaban preparadas para ello; “todo mundo sabía que una despetrolización de las finanzas públicas tenía que suceder, pero no se han tomado las medidas para afrontarlo”.

En días pasados, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, admitió que los ingresos petroleros se redujeron de forma significativa a la mitad del sexenio; por lo tanto, hay una menor dependencia de las finanzas públicas respecto de los ingresos petroleros.

Leticia Armenta, directora del Centro de Análisis Económico del Tecnológico de Monterrey, confirmó que, en la actualidad, la participación de los ingresos petroleros en las finanzas públicas es menor por el fenómeno de la producción del hidrocarburo y la caída en el precio del mismo.

“Por ello es que pesan menos los ingresos petroleros en las arcas federales; es una coyuntura que el gobierno podría aprovechar para buscar otros mecanismos de recaudación”, puntualizó.

Para José Luis de la Cruz, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), la idea de que las finanzas públicas dejen de depender una tercera parte de los ingresos petroleros no se dará al menos en los próximos años, ya que tendrían que modificarse varias leyes constitucionales.

El efecto se compensará 
con mayor recaudación

Villarreal aseveró que para que la economía pueda hacerle frente a la dependencia del petróleo, el gobierno, a través del fisco, tendrá que incrementar –aún más– la recaudación tributaria.

De acuerdo con datos del CIEP, en la actualidad la recaudación tributaria no petrolera representa 14% del Producto Interno Bruto (PIB); y para que los números jueguen a favor de la economía la cifra tendría que representar 20 por ciento.

“Difícilmente vamos a funcionar como país si no conseguimos una recaudación que, incluyendo lo subnacional y las cuotas a la seguridad social, ronde 20% del PIB”, sostuvo.

Armenta argumentó que otro mecanismo que podría ayudar es incrementar la base de contribuyentes y generar estrategias que incentiven la formalidad.

“El hecho de que 60% de las personas con una actividad económica no pague impuestos genera una fuga, que se tendrá que controlar, para el erario público”, alertó.

Por otra parte, Villarreal insistió en que, al final del día, es muy probable que vayamos a terminar con una combinación en el marco fiscal en el que se incluyan los gravámenes indirectos, como el gravar con un Impuesto al Valor Agregado los alimentos y medicinas.

Otra opción, dijo, es que los legisladores, al momento de discutir el paquete económico del 2016, lleguen a un acuerdo y decidan generar más recursos a través del predial. “Los nuevos legisladores tienen trabajo muy importante que discutir”, indicó. (Con información de P. Gómez y E. Albarrán)

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