El Índice Mexicano de Confianza Económica (IMCE) por región mostró que el noroeste del país se colocó en 69.55 puntos en julio de este año, que significó una caída mensual de 7.92 puntos, de acuerdo con la publicación mensual del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP).

De las cinco zonas que maneja este indicador de confianza empresarial, tres presentaron disminuciones en relación con el índice del mes pasado, en el cual la más pronunciada se registró en la noroeste, conformada por Baja California, Baja California Sur, Sonora, Chihuahua y Sinaloa.

Las otras dos regiones con descensos fueron centro occidente, con 2.12 puntos (Aguascalientes, Colima, Guanajuato, Jalisco, Querétaro, Michoacán y Nayarit), y centro, con 0.95 puntos (Ciudad de México, Estado de México, Hidalgo y Morelos).

En tanto, los aumentos mensuales se registraron en centro istmo peninsular, con 0.13 puntos (Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Puebla, Yucatán, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Tlaxcala) y noreste, con 0.51 puntos (Coahuila, Durango, Nuevo León, San Luis Potosí, Tamaulipas y Zacatecas).

Además, de las zonas consideradas, sólo dos obtuvieron una perspectiva Negativa en el séptimo mes del año: noroeste y centro istmo peninsular.

En términos anuales, los declives se manifestaron en centro (1.27 puntos) y centro istmo peninsular (3.19 puntos); en sentido contrario, el mayor crecimiento lo consiguió la zona centro occidente (3.97 puntos).

La zona noroeste ha sufrido diferentes embates en su economía, desde la volatilidad del pesos frente al dólar y los cambios en las políticas públicas que no le han favorecido del todo, advirtió el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana, Gilberto Fimbres Hernández.

“En el caso de Tijuana, y ya lo vemos en otros municipios, la seguridad es un problema que estamos cargando, pero no sólo eso, también la pérdida de competitividad con la homologación del IVA en fronteras, el cambio de dólar y otras restricciones, todo eso nos hace daño”.

Por su parte, el líder del organismo en Mexicali, Francisco Fiorentini Cañedo, también indicó que parte del problema es la falta de infraestructura y de condiciones que permitan a las empresa locales competir con otros estados, para atraer mayor inversión a la entidad; aunque reconoció que hay avances, dijo que “podríamos estar mejor”.

“Calles que no están pavimentadas, negocios que han tenido que reestructurarse para adaptarse a nuevos parámetros, el punto es que esto nos está afectando, porque no sólo es atraer inversión, sino que sea permanente”.

Advirtió que las inversiones llegan al estado, pero la corrupción y la inseguridad han terminado por impactar en la competitividad de Baja California, y con ello también han dañado la confianza en la economía de la entidad.

El IMCE representa cómo se encuentra el clima de negocios en un país, mediante la expectativa de más de 20,000 contadores públicos inscritos a los cerca de 60 colegios afiliados al IMCP; este indicador se construye a partir de la información recogida de las respuestas a 10 preguntas: cinco sobre la situación actual de las empresas, una sobre los obstáculos a los que las empresas se enfrentan y cuatro sobre la situación de las empresas en los próximos seis meses.

Liga El Economista clic aquí