El Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP) se unió a la postura de diversos organismos como el Consejo Coordinador Empresarial y la Confederación de Cámaras Industriales, con el objetivo de reestructurar la reforma fiscal y hacerla más flexible.

“Estamos a favor de un régimen fiscal que propicie la inversión nacional y extranjera. Necesitamos activar la situación económica del país, y una forma es a través de los impuestos”, dijo en conferencia de prensa Jesús Alvarado, integrante de la comisión fiscal del IMCP.

Refirió que estarían a favor de que se rompa con el Acuerdo de Certidumbre Tributaria que pactaron el año pasado con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el cual garantizaba no incrementar impuestos al menos en lo que restaba del sexenio del actual gobierno, salvo si se presentaba una situación económica compleja.

“La situación es clara, y cada vez estamos viendo un deterioro de la economía mexicana. Tenemos que buscar un momento donde se modifique la tasa del Impuesto Sobre la Renta (ISR) y el Impuesto al Valor Agregado (IVA)”.

En este sentido, Leobardo Brizuela, presidente del IMCP, indicó que sería conveniente reducir la tasa del ISR e incrementar los impuestos al consumo con IVA.

“Hay margen para modificar algunos de los impuestos. Por ejemplo, los últimos datos muestran que el IEPS a combustible se incrementó 600%, mientras que el de refrescos y alimentos calóricos sólo fue de 6 por ciento”.

Expuso que al limitar las deducciones, el gobierno está ocasionando que una tercera parte de la población no realice sus declaraciones.

“Si limitas las deducciones, las personas dejarán de pedir facturas y por tanto dejarán de presentar declaraciones. Si haces el deducible de efectivo, la gente sí declarará”.

No es sólo cuestión de recortes

Ernesto O’Farril, presidente de la Comisión de Análisis Económico del IMCP, dijo que la política fiscal en la que se está enfocando el gobierno no se puede quedar sólo en hacer recortes al gasto, sino también se tiene que revisar y hacer una política fiscal que aliente la inversión y el empleo.

Detalló que los puntos modulares que se deben abordar en la reforma fiscal son regresar la deducción inmediata para que los empresarios se animen a invertir y puedan expandir sus capacidades; también, que se puedan hacer deducibles a 100% las prestaciones sociales y generar incentivos para el ahorro del largo plazo.

“Es conveniente incrementar la deducibilidad general tanto para las empresas como para las personas físicas, para que la sociedad se convierta en el principal fiscalizador; es decir, si incrementas la deducibilidad, las personas se verán obligadas a exigir sus facturas en cada compra y eso le genera más recursos al fisco”.

Recientemente, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, comentó que el gobierno federal está abierto al diálogo con los distintos sectores de la sociedad, especialmente con los representantes del campo, los trabajadores y empresarios para determinar una posible flexibilización en materia fiscal.

El tema abrió más debate ante las declaraciones del nuevo presidente del Partido Acción Nacional, Ricardo Anaya, quien aseguró que una vez que tomara su lugar como titular del blanquiazul, daría marcha atrás a la reforma fiscal, ya que a su parecer, ha generado estancamiento de la economía.

Petróleo complicará más 
la situación en México

O’Farril agregó que la caída en el precio del petróleo será uno de los factores que más impacte a la economía mexicana durante los próximos tres años; incluso, para el otro año prevé que se realice otro ajuste al gasto.

“Parte del impacto de la caída de los precios tiene una compensación por la venta en el mercado nacional. Si bien este año estaremos cubiertos por las coberturas petroleras, el panorama se verá más complicado para los próximos tres años”.

Rubros medulares

Con estos puntos los organismos buscan generar un régimen fiscal que propicie la inversión y que active la economía del país.

• Reducir tasa de ISR.
• Incrementar tasa en el consumo con el IVA.
• Deducciones inmediatas de activo fijo.
• Deducciones a prestaciones laborales.
• Deducciones al ahorro de largo plazo.
• Deducciones a inversiones.
• Reducir la carga de impuestos en algunas industrias.
• Ampliar la opción de deducibilidad en las adquisición de maquinaria o equipo.
• La Concamin está en contra del IEPS a refrescos y alimentos de alto contenido calórico.

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