La reforma fiscal de Estados Unidos provocaría, en el corto plazo, menores flujos de inversión hacia México, prevé el Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP).

En conferencia de prensa, José Besil, presidente del IMCP, destacó que México necesita actuar ante la propuesta fiscal de Estados Unidos; sin embargo, se tiene que esperar al borrador final para empezar a generar propuestas.

Agregó que, hasta ahora, se han reunido con el jefe del SAT (Osvaldo Santín) y están en espera de que se presente el borrador final, para trabajar con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), específicamente con el subsecretario de Ingresos, para analizar el impacto de la reforma fiscal en México.

“Un impacto negativo a corto plazo se tiene por la posible contracción en los flujos de Inversión Extranjera Directa de Estados Unidos hacia nuestro país”, advirtió el presidente del IMCP.

Añadió que también puede frenar la llegada de nuevas inversiones a territorio mexicano, por lo cual es sumamente importante que se reaccione.

Si bien las propuestas hechas por la Cámara de Representantes y el Senado de Estados Unidos difieren en algunas cosas, José Besil recordó que ambas coinciden en un recorte a la tasa del impuesto corporativo de 35 a 20 por ciento.

Los contadores estimaron que a más tardar el 22 de diciembre sea cuando se dé un borrador definitivo, con la conciliación de ambas propuestas.

“Esto nos permitirá, en primer lugar, tener conocimiento de cuándo va a entrar en vigor el recorte —en el 2018 o en el 2019—, segundo, saber bajo qué condiciones y así poder trabajar en un análisis”, afirmó.

En caso de que la reforma y la baja de tasas entren en vigor el próximo año, el presidente del IMCP precisó que “México necesita ponerse las pilas”, y hacer un estudio rápido para que en México se vea la manera de reaccionar y seguir siendo competitivos.

Asimismo, precisó que la propuesta en Estados Unidos, que ha sido impulsada por el republicano Donald Trump, no sólo contempla recortes en la tasa del Impuesto sobre la Renta (ISR) para las empresas, sino también prevé bajas en las tasas de impuestos para personas físicas.

Sin embargo, acotó que esta baja de impuestos no beneficia a todos los contribuyentes, ya que algunos que están en la clase media incluso podrán ver, en años venideros, un alza en las tasas que pagan.

Por su parte, Mario Morales, vicepresidente Fiscal del IMCP, acotó que la propuesta del Senado estadounidense prevé un déficit fiscal de 1.4 billones de pesos.

“¿Esto qué quiere decir? Que las disminuciones a las tasas impositivas no van a generar la suficiente actividad económica para que se recuperen los ingresos. Cabe destacar que el proyecto de la Cámara de Representantes lógicamente tiene un déficit mucho mayor, ya que tiene mayores recortes a los impuestos”, explicó.

De acuerdo con Trump, el recorte a la tasa impositiva de las empresas generaría que éstas se quedarán en Estados Unidos y, a su vez, generarían mayores empleos para los estadounidenses.

EMPRESAS NO SÓLO SE FIJAN EN TASA DE ISR

Por otro lado, el vicepresidente fiscal del IMCP precisó que no se debe perder de vista que México es atractivo para las empresas no sólo por la tasa de ISR, sino por otros aspectos.

En México, las firmas pagan 30% de ISR, más 10% de dividendos y otros 10% de Participación de los Trabajadores en las Utilidades (PTU), por lo cual varios sectores han afirmado que se verá perjudicado por el recorte de impuestos en Estados Unidos.

No obstante, Mario Morales explicó que el salario de los trabajadores y la mano de obra mexicana también son atractivos para las empresas extranjeras.

“No todo son las tasas. Muchas empresas, para llevar inversión a algún país, valúan otras cosas, como la cadena de suministros (…) Además, si se compara, por ejemplo, el salario que tiene un trabajador de la industria automotriz en Estados Unidos, éste es de alrededor de 24 dólares la hora, mientras que en México es como de 3 dólares”, explicó.

Agregó que en caso de que en México se busque reaccionar con una medida similar, se debe compensar la caída en los ingresos tributarios que podría causar el recorte al ISR, por lo cual hizo hincapié en la propuesta de homologar el IVA.

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