Antecedentes

Desde sus orígenes nuestro país se ha caracterizado
por contar con un universo de empresas no
desarrolladas, prueba de ello es que alrededor de
un 95% de éste, lo integran las micro, pequeñas y
medianas empresas, las cuales por diversas circunstancias
no han dado el paso trascendental de llegar a ser del
selecto grupo de grandes empresas, derivado en gran
medida por la falta de apoyo de los diversos sectores de la
economía, tanto públicos como privados.

A pesar de que la evolución de los acuerdos comerciales que
México a celebrado con diversos países a generado
oportunidades interesantes para incursionar en los principales
mercados de consumo, las cuales en muchos de los casos se
han desaprovechado por la falta de competitividad al no
haberse reconvertido por falta de esquemas de financiamiento
para el sector de las empresas pequeñas y medianas.

Derivado de la imperiosa necesidad de dotar de esquemas
para fomentar la inversión en capital de riesgo a las
empresas medianas y pequeñas, en el Diario Oficial de la
Federación del 28 de diciembre del 2005 se publicó el
Decreto por el que se adicionan los artículos 227 y 228 de
la Ley del Impuesto Sobre la Renta, el cual será objeto de
análisis en el presente artículo.

Finalidad

De acuerdo con la exposición de motivos,
el estímulo fiscal tiene como propósito:
promover el desarrollo de empresas
medianas y pequeñas por medio del
mercado de inversionistas en capital de
riesgo, así como adecuar el marco jurídico
mediante un estímulo fiscal para canalizar
este tipo de inversiones, de manera
eficiente.

Es de llamar la atención que, de acuerdo
con los documentos legislativos el objetivo
que se perseguía era el impulsar a las
empresas medianas que estuvieran ligadas
a sectores de alta tecnología; sin embargo,
la disposición que se contiene en la ley
sólo excluye a las empresas que se
encuentren listadas en bolsa al momento
de hacer la inversión.

Estímulo fiscal

Las disposiciones que se contienen en el
Decreto que le da vida a los artículos 227 y
228 los cuales forman parte del Título VII
(de los Estímulos Fiscales) de la Ley del
Impuesto Sobre la Renta, establecen un
estímulo fiscal el cual a diferencia de los
demás estímulos que se contienen en el
mencionado Título VII, consiste en darle
transparencia a este tipo de fideicomisos al
respetarse el régimen fiscal de cada
inversionista, situación que desde mi punto
de vista no sucede en los llamados
fideicomisos empresariales.