“Degradación de la deuda norteamericana de largo plazo por la calificadora Standard & Poor’s, sus posibles efectos en la economía mexicana y el impacto en la confianza de los inversionistas”

La degradación de la deuda de largo plazo de los E.E.U.U. por parte de Standard & Poor´s y de Japón por parte de Moody´s durante el presente mes de Agosto nos señala un parte aguas histórico en la historia económica reciente, para lo cual hay muchas interpretaciones sobre lo que puede significar para las economías emergentes o satélites, como lo es la nuestra.

Definitivamente, uno es el hecho del problema político en el que el sistema bipartidista norteamericano ha encauzado a su propia economía ante la coyuntura. Con independencia del tema de las apreciaciones de Standard & Poor’s para definir la degradación (y que tiene toda la conexión con la salida de su Director General), el tema para la economía estadounidense es que los dos partidos y los electores conocen bien que el sistema “no funcionó” para sacar adelante una discusión que tuviera el compromiso de todos ellos y no los intereses egoístas de cada lado.

El sistema funcionó en los 80s y en los 90s para salvar el Seguro Social, reformar el sistema impositivo, racionalizar la política de inmigración o cerrar varias bases militares. Pero en este contexto, no funcionó para solucionar el problema grave que tienen de endeudamiento y que para lograrlo les hubiera requerido reducir el déficit en alrededor de 4 trillones de dólares en los siguientes 10 años.

“50 Aniversario de la presentación del dictamen fiscal”

En abril de 1959 la Secretaría de Hacienda y Crédito Publico dio a conocer a través del Diario Oficial de la Federación el Decreto que da origen al dictamen.
En el mismo año mediante decreto presidencial, se creó la Dirección de Auditoría Fiscal Federal y se estableció el registro de contadores públicos para dictaminar estados financieros para efectos fiscales.

En 1991 entraron en vigor las disposiciones que establecen la obligatoriedad de dictaminar fiscalmente sus estados financieros, a los contribuyentes que se ubiquen en alguno de los supuestos previstos en el Código Fiscal de la Federación.

Durante los ejercicios de 1992 a 1996, el dictamen se elaboró en hojas electrónicas de cálculo y la presentación del mismo se realizaba en forma manual, mediante la entrega de un disquete y un cuadernillo impreso, con la opinión fiscal del contribuyente firmada por el Contador Público Registrado.

“Extensión del plazo para presentar el dictamen fiscal 2010”

Como resultado de diversas reuniones celebradas, con los funcionarios de la Administración General de Auditoría Fiscal Federal (AGAFF) y derivado de las múltiples gestiones llevadas a cabo con el Jefe del Servicio de Administración Tributaria (SAT) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) desde tiempo atrás en torno a la presentación del dictamen fiscal 2010, el pasado 12 de agosto en acuerdo con la autoridad hacendaria se convino extender la fecha límite de presentación de los dictámenes fiscales correspondientes al ejercicio fiscal que concluyó el 31 de diciembre de 2010, pasando del 15 de agosto hasta el 13 de septiembre, es decir, la prórroga es de un mes más.

Tratándose de sociedades controladoras que consoliden su resultado fiscal, deberán enviar el dictamen fiscal a más tardar el 30 de septiembre de 2011.

Por lo anterior, el SAT dio a conocer en su portal de Internet el calendario definitivo para su presentación, considerando el primer carácter alfabético del RFC, o bien lo podrán hacer antes de la fecha en la cual les corresponda.

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