Reformas, clave para revertir desplome en competitividad
Zenyazen Flores, El Financiero
Coparmex pide voluntad política para un acuerdo nacional.
De ser aprobadas las reformas hacendaria, laboral, energética y de la banca de desarrollo, nuestro país podría revertir la caída de 16 posiciones en la última década en el ranking del Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial (WEF), sostuvo Alberto Espinosa, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
Para lograrlo “es imprescindible” que la próxima legislatura apruebe las reformas estructurales desde el primer periodo ordinario de sesiones, pues de ser avaladas, el país podría revertir su descenso en el Índice, del lugar 42 en el reporte 2001-2002 al 58 en el 2011-2012, dijo en su mensaje semanal.
Detalló que la reforma hacendaria deberá incluir una simplificación del sistema tributario, un solo impuesto directo y aprovechamiento del potencial de los indirectos (IVA), reducción de tratamientos especiales para elevar la recaudación y disminuir la dependencia de los ingresos petroleros.
En cuanto a la reforma laboral, Espinosa Desigaud indicó que deberá contar con la flexibilización en las contrataciones en términos de horarios, empleo temporal y periodos de prueba, con certidumbre jurídica para trabajadores y patrones.
Con relación a la reforma energética sugirió que privilegie una mayor apertura a la inversión y competencia pública y privada.
En el tema de la banca de desarrollo, el sector privado pugna por una reforma que asegure un apoyo decidido a las pequeñas y medianas empresas (Pymes).
Agenda mínima
La “Coparmex pide compromisos concretos para combatir las prácticas monopólicas, eliminando barreras de entrada a los mercados en sectores con alta concentración, mayor apertura a la inversión privada en el sector público, y dotar de autonomía y mayores facultades a la Comisión Federal de Competencia y a todos los órganos reguladores”.
En el contexto de la contienda electoral confió en que los políticos “muestren voluntad de construir un acuerdo nacional, a través de una agenda mínima que permita definir un rumbo claro con visión de largo plazo.
“Tenemos que transformar nuestras instituciones, e iniciar un proceso profundo de reformas desde el primer periodo de sesiones de la LXII Legislatura.”
Asimismo “tenemos que dejar atrás la pasividad, adelantarnos a los políticos para llevar la iniciativa del debate público en las próximas 11 semanas de campaña”, a fin de impulsar una agenda mínima de reformas para el periodo 2012-2013.
“Para alcanzar tasas de crecimiento sostenido de 6 por ciento en el largo plazo, y elevar la inversión pública y privada en 5 puntos porcentuales más del PIB, es preciso mejorar el entorno para la multiplicación de las empresas y generar más y mejores empleos.”