Armonizar políticas monetaria y fiscal, la meta de Calderón
El Financiero, Finanzas
Eduardo Ortega
Con la propuesta que hizo el Ejecutivo al Senado para que Agustín Carstens ocupe la gubernatura del Banco de México (Banxico), en sustitución de Guillermo Ortiz, el presidente Felipe Calderón busca “coordinar” y, sobre todo, “armonizar” la política fiscal y monetaria, con el objetivo de retomar el crecimiento económico.
Al formalizar la postulación ayer en Los Pinos, el mandatario anunció que será Ernesto Cordero quien reemplazará a Carstens en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), y Heriberto Félix Guerra quien, a su vez, sucederá a Cordero en la Secretaría de Desarrollo Social.
En ese marco, Calderón Hinojosa destacó que la ratificación en Xicoténcatl de Carstens en la gubernatura del Banxico permitiría “armonizar” de mejor forma la relación entre el gobierno federal y el banco central.
Con ello, puso énfasis, podría alcanzarse un doble propósito: contar con bajas tasas de inflación y así preservar el poder adquisitivo de los mexicanos y, al mismo tiempo, impulsar cambios y transformaciones que permitan acelerar el ritmo de crecimiento de la economía.
Además, añadió, el nuevo gobernador del Banxico sería también, como lo marca la ley, “un asesor cercano y permanente” de las decisiones más importantes del gobierno federal en materia económica.
“En caso de contar con la aprobación del Senado, sé que el gobierno federal a mí cargo trabajará en estrecha coordinación con el Banco de México, sin menoscabo alguno de su plena autonomía y, en particular, en el diseño y puesta en práctica de políticas públicas de carácter monetario o cambiario”, dijo.
Retomar la senda
En su oportunidad, Agustín Carstens señaló que de ser ratificado por el Senado, su compromiso como banquero central sería velar por su mandato constitucional de promover la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional.
Sin embargo, indicó, esto no obsta que se puedan explotar de manera mucho más efectiva oportunidades de “coordinación” entre el banco central y el gobierno federal en la consecución de objetivos más amplios, tal y como lo prevé la propia ley del Banxico.
“Esto es particularmente importante en los momentos actuales, en la que todos los mexicanos debemos sumar esfuerzos para retomar la senda del crecimiento económico acelerado, multiplicar la creación de empleos y abatir la pobreza”, añadió.
Calderón reconoció el trabajo “destacado” de Guillermo Ortiz Martínez, quien tras 12 años en el Banxico deja una institución con amplio prestigio internacional, como uno de los bancos centrales más eficientes y profesionales del mundo.
Cambios de fondo
Por otra parte, el jefe del Ejecutivo federal instruyó a Ernesto Cordero a mantener una relación de colaboración y coordinación con el banco central, con el objetivo de preservar la estabilidad de la moneda y la solidez del sistema financiero.
Además, ante la crisis fiscal que enfrenta el país, lo encomendó a conseguir “una reforma profunda” de las finanzas públicas.
“En pocas palabras, lograr una reforma que permita jerarquizar con criterio de eficiencia, transparencia y austeridad el gasto del gobierno.
“Además, esa reforma deberá contar con un segundo componente para fortalecer los ingresos públicos, simplificar los trámites fiscales, reducir la evasión e incrementar la recaudación aumentando la base gravable”, detalló.
Al respecto, Cordero Arroyo comentó que buscará soluciones innovadoras que permitan hacer frente a los compromisos de gasto, sin poner en riesgo la estabilidad de las finanzas públicas.