El entorno económico internacional y la situación financiera de Petróleos Mexicanos (Pemex) son complicados, pero la reforma energética es una oportunidad histórica para el país y para la empresa petrolera, afirmó su director general, José Antonio González Anaya.

En la inauguración aquí de la 93 Asamblea Convención del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), sostuvo que con el trabajo realizado por la empresa y esforzándose por acelerar las flexibilidades que permite la reforma energética, se logrará que Pemex se mantenga como la empresa emblemática del país y la más grande de América Latina.

“El reto ahí está, estamos enfrentándolo con entereza, tomando decisiones difíciles, complicadas, pero tenemos una enorme oportunidad, si esto lo logramos aterrizar e implementar de manera acelerada la reforma energética, seguiremos teniendo un Pemex fuerte, sano y manteniéndola como la empresa emblemática del país”, sostuvo.

Ante integrantes de los 60 colegios de profesionistas integrantes del IMCP, González Anaya manifestó que Pemex tiene finanzas estables, mejorables, pero estables, lo que permite que los mercados han recibido esta noticia de manera positiva.

Refirió que el riesgo Pemex sobre el gobierno federal estaba casi en 300 puntos base, es decir con una sobretasa del 3.0 por ciento por arriba de lo que se endeuda el gobierno federal, y ahora está en cerca de 160 puntos base, lo que significa un avance en las condiciones de financiamiento para Pemex.

Esto le ha permitido regresar a los mercados de manera exitosa y tener finanzas estables, y ahora lo que sigue es continuar con ello y aprovechar los instrumentos de la reforma energética para acelerar su implementación, añadió.

Destacó que las figuras de la reforma energética le van a permitir a Pemex eventualmente aumentar la producción, incorporar reservas, nuevas tecnologías, tener acceso a fuentes de financiamiento, lograr costos eficientes, compartir riesgos, compararse con otras compañías y mejorar su régimen fiscal.

González Anaya aseguró que hay interés en asociarse con Pemex, porque México es un país atractivo para los inversionistas, sobre todo en la cuenca sur del Golfo de México, porque es de las pocas no exploradas de manera intensa que tienen petróleo.

Además, dijo, los inversionistas extranjeros tienen interés de invertir en un socio nacional, como lo es Pemex, y lo muestra el éxito que han tenido los bloques petroleros licitados en rondas para la exploración y extracción de hidrocarburos, en las cuales la petrolera hará asociaciones.

Informó que en menos de 15 días Pemex dará a conocer su nuevo plan de negocios, el cual contendrá las directrices que seguirá la empresa productiva del Estado para mejorar su situación a través de los instrumentos de la reforma energética, entre ellas nuevas asociaciones.

Expuso que Pemex tiene un reto de corto plazo, que es ajustar la estructura de sus costos y su estructura de negocios a un escenario de precios bajos a través de un programa de ajuste de presupuesto, medidas de austeridad, disciplina y control presupuestal.

No obstante, subrayó, Pemex también tiene una oportunidad histórica, que es utilizar todos los instrumentos y la flexibilidad que ofrece la reforma energética impulsada por la administración del presidente Enrique Peña Nieto.

El director general de Pemex recordó que los precios del petróleo se cayeron enormemente, de 100 dólares por barril en 2012 a 32 dólares en la actualidad, aunque cuando él asumió el cargo directivo de Pemex, estaba en 18 dólares.

Este escenario se complicó aún más porque la plataforma petrolera cayó de un nivel máximo de tres millones 400 mil barriles diarios, a dos millones 130 mil barriles al día, mencionó.

A pesar de este entorno, resaltó que la inversión de Pemex se ha venido incrementando de 50 mil millones pesos en exploración y producción en el año 2000, que pasó a 300 mil millones de pesos en 2014.

Explicó que está invirtiendo más y produciendo menos porque el complejo Cantarell está declinando, pero el resto de los campos son cada vez más difíciles de explotar, y se tendrá que invertir y trabajar más para la producción petrolera.

Refirió que la caída del precio del petróleo complicó el programa financiero de Pemex, y forzó un ajuste a su presupuesto de cerca de 100 mil millones de pesos para cumplir sus metas financieras, lo que significa más de dos veces el presupuesto de la UNAM.

Así, la empresa petrolera hizo un ajuste equivalente al 20 por ciento de su presupuesto, a través de generar eficiencias y reducir costos, replantear inversiones y ajustes para ser rentable, acompañados de medidas de apoyo del gobierno federal.

Estas medidas tuvieron tres partes: una inyección de liquidez de cerca de 63 mil millones de pesos, para con ello pagar adeudos con proveedores de 147 mil millones de pesos, de los cuales ya se pagaron 142 mil millones de pesos.

González Anaya mencionó que la segunda parte fue que con la reforma energética hubo un cambio en la fórmula del régimen fiscal de Pemex respecto a su límite de deducibilidad, que era de 6.5 por ciento, y pasó a 12 por ciento del precio del barril.

La tercera parte se refería a que como parte de la reforma energética, si Pemex hacía una reforma a su régimen de pensiones, el gobierno federal aportaría una cantidad similar a los ahorros, lo que significó 37 mil millones de pesos, anotó.

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