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Síntesis Informativa

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Se esperaba que el Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN) contribuyera a mejorar los estándares de vida entre los países, algo que no ha sucedido entre los trabajadores mexicanos.

Y como bien se dice: “es bueno que la globalización beneficie a todos y las rentas se distribuyan un poco mejor”, porque luego surgen nacionalismos que se nutren de ese desencanto.

1. La primera ronda de negociaciones se celebrará en Washington entre el 16 y el 20 de agosto. Se espera que en total sean siete con un intervalo de cerca de tres semanas entre una y otra. De cumplirse ese calendario, la revisión del Tratado podría estar concluida para inicios de 2018, uno de los objetivos de México para evitar que el proceso se politice por las elecciones presidenciales.

La segunda ronda será en México por el 10 de septiembre, una vez publicado el proyecto de Presupuesto para el 2018.

Los principales protagonistas de los encuentros son: el jefe del equipo negociador de Estados Unidos será John Melle, vicerrepresentante de Comercio para el Hemisferio Occidental. Por parte de México, el jefe técnico será Kenneth Smith, director de la oficina de Comercio en la embajada de México en Estados Unidos. La delegación canadiense estará encabezada por Steve Verheul, quien ha dirigido las negociaciones comerciales de Canadá con la Unión Europea.

2. La iniciativa de revisar el TLCAN proviene del presidente de Estados Unidos. Donald Trump, para quien fue “el peor acuerdo comercial firmado en toda la historia”. Según él, ha creado déficits comerciales y ha robado empleos a Estados Unidos.

Sin embargo, parece lejana la propuesta de imponer un arancel de 20% sobre las importaciones mexicanas, algo que significaría, en los hechos, abandonar el Tratado.

El 17 de julio, la Oficina del Representante Comercial, publicó sus objetivos en la negociación del TLCAN y todo parece que pretenden seguir con un área de libre comercio, sin aranceles ni cuotas. Más que desmantelar o desvirtuar el TLCAN, su intención parece más bien modernizarlo.

3. Canadá parte de una situación más ventajosa que México. El déficit comercial de Estados Unidos con aquél país fue, en 2016, de 10,958 millones de dólares (mdd); mientras el de México fue de 64,354 mdd, según la Oficina del Censo de Estados Unidos.

El déficit con México es el cuarto más elevado por detrás del que posee con China (-347,016), con Japón (-68,810) y con Alemania (-64,736).

4. Otra ventaja de Canadá es que es el principal cliente de Estados Unidos. En 2016, vendió a Canadá 266,800 mdd, o un 18.3% del total de sus exportaciones. Ahora bien, el segundo es México con 231,000 mdd (o un 15.9% del total). China queda en tercer lugar, con la mitad de las compras de México, esto es, 115,800 mdd o un 8.0% del total.

5. La última vez que Estados Unidos tuvo un superávit comercial con México fue en 1994, el primer año en el que el TLCAN entró en vigor (+1,350 mdd). Sin embargo, en el segundo año, Estados Unidos ya registró un déficit de 15,808 mdd con México.

En 2007 la brecha comercial registró un récord, con 74,796 mdd. Con la “Gran Recesión”, el déficit se recortó a 47,762 mdd en 2009, pero volvió a ampliarse en los años sucesivos hasta los 64,354 mdd del año pasado.

Durante ese periodo, de 1994 a 2016, el comercio con Estados Unidos se ha quintuplicado, pasando de 110,337 mdd a 523,758 mdd el año pasado. Actualmente, México es el tercer socio comercial de Estados Unidos con un 14.4% del comercio total, sólo superado por China (15.9%) y Canadá (15.0%).

6. De los diez rubros en los que está clasificado la balanza comercial, según la Clasificación Uniforme para el Comercio Internacional (SITC por sus siglas en inglés), ambos países están bastante equilibrados.

Estados Unidos registra déficit en cinco y superávit en otros cinco. El mayor balance positivo lo alcanza en el rubro de Químicos con un superávit de 19,436 mdd, seguido de Bienes Manufacturados por Material como cuero, plástico, madera, papel o textiles (10,708 mdd) y combustibles y lubricantes (10,542 mdd), donde el déficit en petróleo crudo se ve más que compensado por los superávits en productos refinados.

En conjunto, los cinco rubros superavitarios arrojan una cifra favorable de casi 47,000 mdd. Nada mal.

7. ¿De qué se queja Trump? Sobre todo de un rubro, el de Maquinaria y Equipo de Transporte. Sólo ese capítulo significó un déficit de 81,332 mdd en 2016. Si lo excluimos, Estados Unidos habría registrado un superávit de casi 17,000 mdd con México el año pasado.

El otro gran rubro deficitario para Estados Unidos es el de Manufacturados Misceláneos (muebles y camas, instrumentos médicos, ropa) con 15,756 mdd, seguido del de Alimentos y Animales Vivos (-5,377 mdd).

8. En el rubro de Maquinaria y Equipo de Transporte, en 2016 Estados Unidos importó 190,000 mdd en este tipo de productos, lo que representó casi el 65% del total de compras que realizó a México.

Estados Unidos compra a México vehículos de motor (25.4% de las importaciones totales), maquinaria eléctrica y electrodomésticos (+11.8%) y equipo de telecomunicaciones. El hueco en el subrubro de Vehículos de Motor es de 53,434 mdd, lo que explica un 83% del déficit total de Estados Unidos con México.

9. Si el objetivo de Trump es reducir el déficit con México, poco logrará si no consigue recortarlo en el rubro de Maquinaria y Equipo de Transporte. El problema es que en ese sector las cadenas están tan interrelacionadas, que cualquier cambio en el TLCAN podría cambiar de manera sustancial la estructura de la industria automotriz en todo Norteamérica.

Las ventajas de producir los autos en México son muchas y es porque se optimizan sus estructuras operacionales.

10. Lo que se puede mejorar a la hora de revisar el TLCAN serían los estándares laborales y medioambientales. Sí se pueden realizar cambios en el ámbito laboral e incluir algunas cláusulas en defensa de los trabajadores, un asunto que se ha dejado de lado.

Según datos de la OCDE, el salario promedio del trabajador mexicano, medido por la Paridad de Poder de Compra, se ha reducido en un 4% desde la entrada del TLCAN. Esto es inferior a los 16,008 dólares de 1994, mientras que en Canadá se ha incrementado 39% y en Estados Unidos 34 por ciento.

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