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En diciembre, el gasto público cayó 25.3% frente a 2017, por aprendizaje de los nuevos funcionarios públicos y ajustes en el nuevo Gobierno.

En diciembre, el gasto programable o público cayó 25.3 por ciento respecto a lo registrado el mismo mes de 2017, debido al ajuste de las operaciones de distintas áreas de Gobierno, señaló el Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP).

De acuerdo con Moisés Alcalde Virgen, presidente de la Comisión de Revista del IMCP, este reajuste de la comunicación y coordinación entre los organismos del Gobierno es natural en los primeros meses de funciones.

“Es común que el arranque de sexenio muestre desajustes y falta de ritmo en el ejercicio del gasto público”, señaló Alcalde Virgen.

El gasto programable se constituye de los recursos erogados por el Gobierno para proveer bienes y servicios, programas sociales y la operación de las instituciones gubernamentales.

El especialista señaló que entre las razones por las cuales se ve disminuido el gasto público en el primer mes de gobierno se encuentra la curva de aprendizaje de los nuevos funcionarios públicos, así como el nivel del claridad respecto a programas y proyectos públicos.

“Aún no existe un plan nacional de desarrollo ni de infraestructura, lo que hace que el gasto público sea lento”, dijo.

Alcalde Virgen apuntó que está disminución en el gasto público por la curva de aprendizaje ha sido similar en los anteriores cambios de Gobierno.

Y recordó que el gasto público está ligado al desarrollo y crecimiento económico.

“La importancia de la inversión del sector público resalta cuando se aprecia un crecimiento importante en infraestructura física que contribuye a impulsar la actividad productiva del País”, refirió.

El retraso en el gasto público, estimó, se podría prolongar por la intención del nuevo Gobierno de centralizar las compras federales en la Secretaría de Hacienda.

“Puede haber una disminución de actos de corrupción mientras que los procesos de adquisición sean públicos y transparentes. Sin embargo, existe la preocupación de la eficiencia del proceso y de la rapidez que se logré hacer las adquisiciones”, señaló.

Alcalde Virgen afirmó que existe preocupación de que se genere un cuello de botella por la concentración de adquisiciones que ralentice los procesos y advirtió que la centralización de compras resulta un proceso complicado.

“Entre más especializado sea el bien que se compre será más complicado centralizarlo por la necesidad de especialistas”, finalizó.

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