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La contaduría pública organizada del país señaló que la reforma hacendaria necesita readecuarse e introducir cambios en los impuestos sobre la Renta (ISR) y el Impuesto al Valor Agregado (IVA) para que la economía mexicana tenga un mejor desempeño.

El presidente del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), Leobardo Brizuela Arce, indicó que necesita perfeccionarse el Régimen de Incorporación Fiscal (RIF) porque la extensión de beneficios fiscales de no pagar impuestos en el nuevo régimen “continúa fomentando la informalidad , y por ende, la baja productividad, que conlleva al bajo crecimiento.”

Profundizó que “la contaduría pública está en favor de una política redistributiva que mejore las condiciones de los sectores más desprotegidos. Sin embargo, creemos que ello no puede confundirse con los privilegios para sectores específicos de la sociedad.”

Los contribuyentes del RIF no se niegan a pagar impuestos, lo que quieren es una forma sencilla de pagar lo que les corresponde. “Pensamos que el pago de un porcentaje de los ingresos” es una respuesta que puede ayudar a responder la demanda de este sector.

La informalidad es uno de los principales retos para la economía mexicana, “en el IMCP creemos que el cumplimiento fiscal y la formalización de lo que hoy es parte de la economía informal son aspectos imprescindibles” para que se genere crecimiento y desarrollo a largo plazo.

El vicepresidente fiscal, Ricardo Arellano Godínez, puntualizó que el RIF en su primer año de aplicación tuvo un costo de 15 mil 649 millones de pesos (mdp). Ante esta situación consideró que se deben implantar cambios en el actual marco fiscal para que la economía de nuestro país goce de un mayor dinamismo.

Explicó el fiscalista que “se debería reducir la tasa del ISR al 28 por ciento y aplicar el IVA al 16 por ciento en forma general y solo aplicar la tasa cero en exportaciones y posiblemente en la enajenación de casa habitación, eliminando las exenciones y considerando una canasta básica que no se afecte con el IVA.”

Reiteró que se debería retornar a la deducción inmediata de inversiones, a la deducción ilimitada de las prestaciones y sueldos.

Con estas medidas se incrementará la recaudación fiscal a través de los impuestos indirectos a cambio de disminuir la impuestos directos, concluyó el vicepresidente fiscal.

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