Reforma | Negocios | Nallely Ortigoza
Personas que buscan lavar dinero a través del sector inmobiliario lo hacen más comúnmente mediante el arrendamiento de vivienda, donde ofrecen uno o dos años de renta por adelantado, a cambio de que no se les investigue, coincidieron especialistas.
Las empresas que lavan dinero, además de ser arrendatarios, llegan a ser arrendadores buscando legalizar ingresos, explicó un agente inmobiliario que pidió el anonimato.
“Es un foco rojo cuando llega alguien y nos dice ‘me urge entrar al departamento, no me hagas investigación y te pago un año por adelantado’, y eso nos pone entre la espada y la pared, porque el dueño te va a decir ‘sí, recíbele todo el año’, pero sabemos que es un riesgo”, dijo el agente.
Una persona que cumple con todos los requisitos y la investigación que realizan las empresas inmobiliarias para rentar una casa, puede hacerlo sin problema, e incluso reciben un descuento.
“Es característico: alguien que quiere pagar por adelantado el año o más y que le urge cambiarse para mañana y que no lo investigue”, comentó.
Adicionalmente, hay empresas que rentan edificios de viviendas, oficinas o locales comerciales, cuyo propietario es alguien que busca lavar dinero, y dan el inmueble por un precio menor al que reportan a la Secretaría de Hacienda, con lo que la diferencia es el dinero que se lava.
“Rentan un edificio en 2.5 millones de pesos anuales, pero a Hacienda le reportan una renta de 8 millones de pesos, el pago es menor al que reportan y esa diferencia es el lavado”, explicó otro inmobiliario.
En el caso de la venta de inmuebles, los delincuentes adquieren una casa en efectivo, a través de un inmobiliario, por lo que el nombre del primero no se expone, ya que el depósito lo hace el segundo.
El delincuente escritura la casa por un menor valor al que corresponde a la propiedad, por lo que inicialmente lava esa diferencia, señaló el experto.
Tiempo después, pone la casa a la venta y para agilizar la operación la ofrece incluso a un menor precio del que tiene, con lo que termina de lavar el precio que pagó por ella.
“El problema del lavado de dinero es cómo se mete al circuito financiero, una de las cuestiones en bienes raíces es que el delincuente tiene dinero en efectivo y compra una casa y la paga en efectivo o una parte en efectivo, quien recibe el dinero es el que tiene el problema de meterlo al banco”, dijo.
Estas prácticas son cada vez más difíciles en el Distrito Federal, pero en provincia es más común pues no existe un alto nivel de bancarización, señaló una de las fuentes.