Envía el SAT a 80,000 empresas morosas al Buró
El Economista, P12-Valores y Dinero
Leonor Flores
Luego de haber intentado todo para llegar a un arreglo de pago, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) envió a las sociedades de información crediticia 80,000 registros de empresas que le deben al fisco.
Ésta es la primera ocasión desde que operan estas compañías de información que se incluye la correspondiente a empresas de todos los tamaños y sectores que incumplieron con sus obligaciones tributarias.
La administradora general de recaudación del SAT, Rosa María Vega, explicó entrevistada por El Economista, que se trata de deudas antiguas o bien “créditos firmes” que no tienen nada que ver con la crisis de hoy.
Por esa razón no se tiene pensado hacer una tregua en esta estrategia de cobranza que inició hace un año para el caso de las personas físicas y que arrancó hace dos meses para las empresas.
Adelantó que en los próximos días, comunicará por medio de correos electrónicos o cartas a las empresas (primero a unas 12,000) para que estén enteradas.
El aviso se acompaña de un formulario de pago actualizado para que el deudor vaya directamente al banco.
De acuerdo con la experiencia que han tenido con el envío al Buró de 50,000 registros de información de personas físicas, se recuperan entre 4 y 5 por ciento. Por eso afirma que este mecanismo, que forma parte de la política de cobranza persuasiva, está dando buenos resultados. “A nadie le gusta aparecer en el Buró”, dice.
AFECTA SU REPUTACIÓN
En efecto, Jaime Rojas, fiscalista de Baker & McKenzie, considera que esta medida es más bien reputacional. “Es una pequeña nota negativa en su historial”.
Herbert Bettinger, socio legal de Ernst & Young, coincide en que es “un tache”. Afecta la imagen de las empresas para conseguir un crédito.
Pero lo más grave es que significa que su situación de liquidez no es satisfactoria.
“Quiere decir que su condición económica no es saludable como para pagar lo mínimo y que pueden estar al borde del colapso”, comenta.
Aunque también se trata de las que no pagan mientras se recuperan, pero deben saber que es la forma más costosa de financiarse porque después hay que cubrir recargos, actualizaciones y multas. “Deberle al fisco sale caro”.