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El riesgo de errar crece por bajo control de las cuentas por cobrar

Las cuentas por cobrar representan uno de los renglones más importantes del estado de posición financiera o balance general, partiendo de la base de que dicho renglón contribuye a la definición del capital de trabajo y a la solvencia económica de una entidad.

Asimismo, el balance es un elemento básico de todo modelo de negocio, tiene una función administrativa y financiera importante porque a través del crédito y la cobranza se genera una mayor utilidad en toda empresa.

Asimismo, se debe entender que el crédito provee más oportunidad de incrementar ventas/utilidades que la venta en efectivo.

No solamente el renglón de cuentas por cobrar se refiere a clientes, dado que además pudiera integrar los conceptos siguientes: préstamos entre la empresa y sus empleados o accionistas, compañías afiliadas, depósitos reembolsables o recibidos en garantía.

También, reclamaciones por pérdidas o daños, saldos a favor de contribuciones fiscales, intereses por cobrar aún no devengados, ventas de activo fijo a crédito, gastos por comprobar por viáticos, costos y gastos incurridos reembolsables que dieron origen a las cuentas por cobrar (pagos por cuenta de terceros), préstamo otorgado a terceros; y en general, cualquier derecho de cobro a favor de la entidad.

En la práctica contable efectuada por la administración de muchas empresas, no siempre se tiene la precaución de clasificar correctamente las cuentas por cobrar, incluso de darle un mantenimiento adecuado a las mismas. De acuerdo a lo dictado por la normativa contable Boletín C-3

“Cuentas por cobrar” emitido por la Comisión de Principios de Contabilidad (CPC) del Instituto Mexicano de Contadores Públicos, e incluido en las Normas de Información Financiera (NIF) del Consejo Mexicano para la Investigación y Desarrollo de Normas de Información Financiera, (CINIF), las cuentas por cobrar constituyen derechos exigibles a favor de la entidad y pueden ser a corto o a largo plazo dependiendo su disponibilidad para el acreedor y exigibilidad para el deudor de dicha cuenta.

Significa que si el derecho exigible se produce a más de un año, dicha cuenta por cobrar se clasificará en el activo no circulante; en caso contrario, deberá formar parte del circulante, en seguida de las inversiones de inmediata realización.

Según dicha norma contable, las cuentas por cobrar atendiendo a su origen pueden ser de clientes y deudores. Así también, en función de la buena práctica contable, la estimación debe hacerse en función al incumplimiento de las políticas crediticias establecidas por la entidad.

Si la cuenta por cobrar excediera del plazo de dichas políticas, ésta tendrá que ajustarse por dicho exceso; también en caso de que al momento del crédito se identificara un riesgo de cobro, se estimará dicha cuenta.

No se presentará la cuenta por cobrar de accionistas o socios cuando se trate de capital social no exhibido, en tal caso tendrá que desglosarse disminuyendo al capital social, como lo establece el Boletín C-11 “Capital Contable” emitido también por dicha Comisión de Principios de Contabilidad .

Las cuentas por cobrar representan un rubro que sirve de base para tomar decisiones, los desgloses que se hagan a través de notas de revelación y la explicación que se le dé a las políticas contables que guardan, son elementos que deben estar con suficiente veracidad, con el objeto de que el usuario de la información financiera tome las decisiones pertinentes necesarias.

Deficiencias más comunes

1. Errores en la contabilidad que producen saldos negativos en cuentas por cobrar.
2. No conciliar periódicamente los saldos con el área de crédito y cobranzas contra los registros contables.
3. No registrar los efectos de conciliaciones bancarias que afectan a las cuentas por cobrar.
4. No crear estimaciones de cuentas incobrables, por ignorancia de creer que la estimación solamente se establece para cuentas que se tiene la certeza de no recuperarse o por no querer producir pérdidas contables en el estado de resultados.
5. Crear cuentas de control fiscal que no obedecen al origen de las cuentas por cobrar (deudores diversos por facturas pendientes por proveedores de bienes o servicios).
6. No crear políticas contables de medición para recuperar las cuentas por cobrar en función a políticas comerciales preestablecidas.

*El autor es integrante de la Comisión de Análisis, Difusión e Investigación de las Normas de Información Financiera del Colegio de Contadores Públicos de México (CCPM). Los artículos y respuestas expresan la opinión de los profesionistas de las diferentes comisiones.

(Fuente: Periódico El Economista)