IMCP

Campaña Nacional de la Contaduría Pública

Fundado en 1923 y conformado actualmente de 60 colegios de Contadores

IMCP_Tienda Conoce a tu Colegio y Guía de Operación

Contabilidad

  • Imprimir
  • youtube

Ilse Santa Rita, El Economista

Un inversionista con una sonrisa en el rostro dice más que 1,000 palabras: ganar dinero o evitar que éste pierda su poder adquisitivo con el tiempo es su mejor recompensa.

Si usted quiere conservar esa sonrisa por mucho tiempo, evite problemas con el fisco, recuerde que los intereses obtenidos por sus inversiones también generan obligaciones tributarias.

Abril es cuando las personas físicas deben presentar su declaración anual de impuestos y, según información del Sistema de Administración Tributaria (SAT), usted podría estar obligado a presentarla si:

Obtuvo ingresos por intereses reales (por arriba de inflación) superiores a 100,000 pesos.

Percibió intereses e ingresos por salarios y la suma de ambos es más de 400,000 pesos sin importar el monto por cada uno de los conceptos.

Durante el año obtuvo intereses e ingresos por salarios y la suma de ambos no supera los 400,000 pesos, pero el monto de los intereses es mayor a 100,000 pesos.

Cuando, además de los intereses, obtuvo ingresos por otros conceptos como servicios profesionales o arrendamiento de bienes inmuebles, sin importar el monto de cada uno.

“Es importante tener claro que los intereses reales son los rendimientos que dio la inversión menos la inflación. Es decir, los 100,000 pesos deben resultar después de hacer ese ajuste”, explicó Claudia Campos, socia del Área de Impuestos y Servicios Legales de PricewaterhouseCoopers (PwC).

Mercado 
de deuda

Los diferentes instrumentos de inversión tienen un tratamiento fiscal diferente. Tal vez usted tenga algo de dinero invertido en acciones y otra cantidad invertida en deuda gubernamental, dos tipos de inversión con tributación distinta.

“Cuando alguien invierte en instrumentos de deuda gubernamental (Cetes, por ejemplo) la propia institución financiera retiene el Impuesto Sobre la Renta correspondiente de manera mensual”, explicó Rubén Herrero, director de Impuestum Contadores.

Pero cuando en todo un año el contribuyente obtuvo intereses reales (por arriba de inflación) superiores a 100,000 pesos (o cae en alguno de los supuestos enlistados anteriormente) entonces, además de las declaraciones mensuales que realiza la institución financiera a su nombre, el contribuyente tiene que hacer por sí mismo su declaración anual.

Para presentarla, la institución financiera debe entregarle una constancia que contiene el cálculo de los intereses reales, dijo Claudia Campos, socia de PwC.

¿QUÉ PASA SI HAY PÉRDIDA?

Si los intereses reales fueran negativos, es decir, si la inflación fuese mayor al rendimiento de la inversión, entonces esa pérdida puede restarla de sus ingresos (excepto de los que sean por salarios, actividad profesional o empresarial).

Algunos ejemplos de ingresos a los que sí puede restar esa pérdida son: por arrendamiento de bienes inmuebles, ingresos por enajenación de bienes, obtención de premios, dividendos, entre otros, explicó Ruben Herrero.

Renta variable

Las ganancias obtenidas por la compraventa de acciones de empresas que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores no pagan impuestos, afirmaron los expertos, salvo algunas excepciones consideradas en la Ley del Impuesto Sobre la Renta.

Por ejemplo: “La exención no es aplicable cuando se venda 10% o más de las acciones de la emisora”, entre otras.

Mercado cambiario

Cuando una persona realiza inversiones en moneda extranjera y obtiene una ganancia cambiaria, entonces, además del interés que se recibe del extranjero la ganancia cambiaria también se considera interés y recibe un tratamiento fiscal similar al caso de las inversiones en deuda, explicó Claudia Campos, socia de PwC.

Fondos de inversión

Los fondos son una especie de canasta en la que un gran número de inversionistas reúne su capital para comprar un mayor volumen de instrumentos del que lograrían adquirir de forma individual. Un fondo puede invertir en una gran diversidad de instrumentos: acciones, deuda, divisas, etcétera.

Los rendimientos obtenidos por inversiones en sociedades de inversión pagarán el impuesto correspondiente según los valores que la componen.