El Economista, P14-Valores y Dinero
Leonor Flores
En las modificaciones a la reforma fiscal que se trabajen no deben faltar los cambios legales para dotar de autonomía al Servicio de Administración Tributaria (SAT). De lo contrario, todas las modificaciones estarán rebasadas por la realidad.
Así lo expone el Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP) en su propuesta de reforma, en la cual se destaca que en la mayoría de los países el órgano recaudador de impuestos opera de manera independiente, como lo hacen en México el IFE y el banco central.
En nuestro país, la política fiscal y diseño de impuestos son responsabilidad de la Secretaría de Hacienda, por lo que su función se limita a cobrar los gravámenes autorizados.
Desde 1997, el SAT es un órgano desconcentrado de la secretaría de Hacienda con carácter de autoridad fiscal, con atribuciones y facultades vinculadas con la determinación y recaudación de las contribuciones federales que antes ejercía la Subsecretaría de Ingresos.